A consecuencia del cambio climático, el Poopó, el segundo más grande después del Titicaca ya se secó, y el Suesca, de Colombia, va a ese inexorable final
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El lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia después del Titicaca, se ha convertido en un desierto en medio de un clima predominantemente cálido y seco, lo que ha acelerado un proceso que los expertos creen que podría ser irreversible, informaron la semana pasada medios locales.
Ubicado en el departamento occidental de Oruro, el Poopó fue antaño una fuente de vida para los lugareños, que pescaban en sus abundantes aguas y cultivaban a lo largo de sus orillas, donde ahora no queda ni rastro de lo que fue.
El lago ha sido víctima durante décadas de la desviación de sus aguas para las necesidades regionales de riego, explican los expertos. Según ellos, su recuperación es cada vez menos probable su recuperación.
«Es como la tormenta perfecta», explica Jorge Molina, investigador de la Universidad Mayor de San Andrés, a Reuters. «Cada año que pasa la situación empeora», se lamenta.
En este sentido, indicó que en los Andes se viene superando el aumento de temperatura promedio mundial, sobre todo de día, lo que se traduce en un aumento de la evaporación, una amenaza realmente seria para un lago poco profundo como es el Poopó.
Consecuencias para la biodiversidad
Valerio Rojas, un pescador de la zona, asegura que los ancianos del pueblo indígena aymara dicen que el lago se llena cada medio siglo. «¿Será verdad que se llene otra vez el lago? Con esto del cambio climático y la contaminación me parece que el tiempo ya no se puede predecir», indicó.
Lo cierto es que la actual sequía del Poopó está obligando a las comunidades que alguna vez se asentaron en sus orillas a abandonar el lugar. «Las familias decidimos salir de la isla, porque no podemos sobrevivir sin agua, ya no hay vida», se lamenta Benedicta Uguera, una mujer indígena de la localidad de Untavi.
La laguna de Suesca
La emblemática laguna de Suesca, ubicada en los municipios de Suesca y Cucunubá en el departamento de Cundinamarca en Colombia, se encuentra en un estado crítico de sequía. El espejo de agua, que es la mayor atracción turística de la región, podría desaparecer como consecuencia del calentamiento global.
“La laguna de Suesca es ancestral, tiene una historia cultural importantísima para el departamento de Cundinamarca. Desafortunadamente por el cambio climático, debido a que hace dos o tres años que no llueve, estamos en esta situación en la que los niveles de agua están demasiado bajos y esto significa una crisis. Afecta no solo aquí en Cundinamarca, sino a nivel global”, dijo el funcionario de la CAR a la Agencia Anadolu.
Hernández afirmó que el caso de la laguna de Suesca es un llamado de alarma para todo el mundo, un ejemplo real y visible de los estragos que produce el cambio climático.
Turismo desaparece
El coordinador también aseguró que no existen soluciones a corto plazo, porque el problema fundamental está ligado al fenómeno natural de la sequía. De acuerdo con Hernández el ecosistema no se recuperará hasta que se normalicen las precipitaciones, de manera que no hay formas de mitigación inmediata.
“El turismo desparece al ver la laguna en estas condiciones (…) y esto genera una afectación socioeconómica para los habitantes de la región”, aseveró.
El jefe de la Unidad de Saber Agropecuario de Suesca, Edgar Muñoz Fresneda, sostuvo a su turno que desde antes del 2011 se estaba detectando el secamiento de la laguna, pero que en ese mismo año y parte del siguiente ocurrió el fenómeno de La Niña (que provoca precipitaciones) con lo que el cuerpo de agua retomó un nivel de aproximadamente seis metros.
Muñoz mencionó que se recuperó el cuerpo de agua de la laguna. No obstante, desde entonces no se presentan lluvias masivas en la región y eso ha causado ese sacamiento paulatino.
Propuesta de solución
“Hay quienes han propuesto alimentar la laguna con otro cuerpo de agua (…), no me parece una mala idea. Estamos hablando de grandes inversiones. Otra opción es establecer un sistema de protección con cercas vivas o establecimiento de bosques. Este es un proyecto grande que requiere la participación de todos los lugareños”, describió Muñoz a la Agencia Anadolu.
De acuerdo con José Veloza Moreno, habitante de Suesca, la falta de turismo afecta a todos de una u otra forma. «Además da tristeza ver que ya no llegan los pajaritos o que se mueren los peces y los jardines”, lamentó.
La situación de la Laguna de Suesca se ha convertido en un impacto real del calentamiento global que se lleva por delante desde un ecosistema hasta la posibilidad de ingresos para una región mediante, en este caso, el turismo.
Fuente: https://actualidad.rt.com/actualidad/400263-segundo-lago-mas-grande-bolivia-desierto