Por Juan Sotomayor
Concluida la primera etapa del proceso electoral municipal y regional (falta la realización de la segunda vuelta en las jurisdicciones donde ningún candidato a gobernador regional superó el 30% de los votos válidamente emitidos), es momento de realizar algunas reflexiones respecto a la indiferencia e interferencias que caracterizaron a estas elecciones.
El mundial de futbol con la participación de Perú después de 36 años, evidenció que en el presente año las elecciones regionales y municipales no eran prioridad para los peruanos. Luego, cuando supuestamente todos íbamos a entrar de lleno en la campaña, sucedieron acontecimientos que mantuvieron en segundo plano los comicios de ayer: los audios de la vergüenza y el emplazamiento del presidente Vizcarra al Congreso para llamar a referéndum, ocuparon las primeras planas de la actividad política en los meses previos a las elecciones.
El proceso recién llamo la atención de los limeños con el primer debate organizado por el Jurado Nacional de Elecciones. Y cuando pensábamos que nada más podía distraernos, surge la anulación del indulto al ex presidente Alberto Fujimori para reorientar la discusión política. Para cerrar con broche de oro, a solo tres días de la elección, el Poder Judicial emite sentencia absolviendo a Daniel Urresti de un proceso penal por el asesinato de un periodista ocurrido hace 30 años.
En el Callao, la situación también tuvo sus propias características peculiares. Tachas que se resolvieron al límite del plazo y exclusiones dispuestas por el Jurado Electoral Especial del Callao que finalmente y de manera increíble no se aplicaron porque el JNE no tuvo tiempo de pronunciarse en segunda instancia, modificaron el panorama electoral en el Primer Puerto. Más aún, a pocas horas de las elecciones, en el marco de un mega operativo policial, se dicta detención preliminar contra uno de los candidatos con mayores posibilidades para obtener la gobernación regional del Callao, coincidencia que pudo influir en el resultado de la elección.
En muchos lugares del país el resultado final ha sido de fotografía y tal parece que los votantes cada vez creen menos en los politiqueros. Esperemos que en futuras ocasiones haya menos indiferencia e interferencias para que la elección sea más limpia, informada y responsable.