En una reciente declaración que agudiza las tensiones entre Ecuador y México, la Canciller ecuatoriana Gabriela Sommerfeld ha lanzado serias acusaciones
Serias acusaciones contra el gobierno mexicano, alegan una infracción a la Convención de Viena por parte de este último en el manejo del caso del exvicepresidente Jorge Glas, actualmente en prisión por cargos de corrupción.
Sommerfeld señaló directamente al gobierno mexicano por lo que describió como una «clara interferencia» en los asuntos internos de Ecuador, subrayando una supuesta violación a los acuerdos internacionales establecidos para regular las relaciones diplomáticas y el asilo. Estas declaraciones se producen en un contexto de creciente discordia diplomática entre ambas naciones, luego de la controversia generada por la situación legal de Glas y la posterior acción policial en la embajada mexicana en Quito.
La Canciller ecuatoriana detalló que, tras el procesamiento de Glas en casos de corrupción, su gobierno buscó cooperación de México bajo los términos de la Convención de Viena y la Convención sobre Asilo, sin obtener respuestas satisfactorias. Añadió que, a pesar de enviar documentación y buscar diálogo a través de canales diplomáticos, la respuesta de México fue evasiva, centrada en un análisis continuo del caso sin llegar a compromisos claros.
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La situación escaló con el envío de una misión diplomática mexicana a Ecuador, que según Sommerfeld, no cumplió con los acuerdos previstos, evidenciando un patrón de incumplimientos por parte de México. La Canciller resaltó la importancia de adherirse al espíritu y la letra de los acuerdos internacionales, insinuando que la violación a estos principios por parte de México precedió a cualquier acción controvertida por parte de Ecuador, incluyendo la incursión policial en la embajada mexicana para detener a Glas, quien había sido otorgado asilo político por México horas antes.
La funcionaria ecuatoriana también criticó la postura del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, sobre el proceso electoral ecuatoriano y el luto nacional por el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, sugiriendo que tales declaraciones constituyen una intromisión en los asuntos internos de Ecuador.
A pesar de la tensa atmósfera, Sommerfeld expresó su disposición a abrir canales diplomáticos con México para superar el impasse, enfatizando la necesidad de una resolución basada en la verdad y el respeto mutuo. La Canciller hizo hincapié en que cualquier avance debe reconocer las infracciones cometidas por ambas partes, con un compromiso renovado hacia el respeto de la soberanía nacional y la integridad de las relaciones internacionales.
Este conflicto pone de relieve los desafíos inherentes al manejo de asuntos diplomáticos en un contexto global cada vez más complejo, donde los principios de no intervención y el respeto a la legalidad internacional se ven sometidos a prueba. La situación entre Ecuador y México se convierte así en un estudio de caso sobre la importancia de la diplomacia y el diálogo constructivo en la resolución de disputas internacionales.