El general retirado de EEUU, Stanley McChrysta, dice en la revista Foreign Policy, que los comandos de EEUU buscaban desde el 2007, hace 12 años, la oportunidad de ejecutar al general Qassem Soleimani .
“Decidimos esperar una oportunidad excepcional en la que estaría con líderes de su grupo, como ha ocurrido, lo que explica que Trump luego dijera que: “¡Soleimani debió haber sido aniquilado hace muchos años!”.
Pero las posibles repercusiones de una acometida tan instigante fueron la razón por la que los militares de Estados Unidos no arrancaron con el ataque.
El supuesto recelo que podrían sentir los iraníes hizo que George W. Bush y Barck Obama nunca autorizaran un ataque dirigido a Qasem Soleimani. Y eso lo ratifican funcionarios que trabajaron en ambos gobiernos: el militar era tan peligroso muerto o martirizado, como lo era vivo y conspirando contra el país de las 51 estrellas.
Esa estrategia llegó a su fin esta semana, cuando el presidente Donald Trump autorizó el ataque aéreo contra Soleimani, quien murió después de que su avión aterrizara en un aeropuerto en Bagdad.
Donald Trump declaró en Twitter que Soleimani, “¡Debió haber sido aniquilado hace muchos años!”.
Algunos funcionarios del gobierno argumentaron que a pesar de la participación de Soleimani en la planeación de ataques letales contra los soldados de Estados Unidos, la decisión de Trump pudo haber aumentado el riesgo de los estadounidenses en la región.