La selección de Egipto hizo historia en el fútbol masculino.
La selección de Egipto volvió a hacer historia en los JJ.OO de París 2024 con una victoria en los penales (5-4) en la que frustró el sueño de Paraguay de emular la gesta que logró hace veinte años en Atenas, donde se colgó la medalla de plata olímpica.
Un gol de Ibrahim Adel en el minuto 88, cuando los paraguayos saboreaban el éxito tras el tanto de Diego Gómez en el 71, fue el principio del fin para los sudamericanos. En la tanda de penales, una parada del portero Hamza Alaa al disparo de Marcelo Pérez desequilibró la balanza.
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La Albirroja afrontó el duelo lastrada por la ausencia de su goleador, Marcelo Fernández, que firmó el 1-0 ante Malí que valió el pase a cuartos de final. Además, regresaba de una suspensión. Sin embargo, no fue lo único debido a que realizó un viaje surrealista de París a Marsella. Toda esa suma de cosas provocó un cansancio acumulado perdiéndose este duelo importante.
El equipo de Carlos Jara Saguier comenzó con ímpetu y decidido a someter a su rival desde el primer minuto. Esto hizo que jugasen con sus líneas adelantadas y mucho esfuerzo físico para trabar el fútbol de la selección africana que dirige el brasileño Rogerio Micale. Con Alexis Cantero, Julio Enciso y Wilder Viera hiperactivos, lo consiguió; pero el partido entró en un camino tortuoso, con muchas imprecisiones y poco fútbol. Sin duda, era el peor escenario para el «cerebro» de la selección egipcia, Mohamed Elneny, exjugador del Arsenal.
La selección paraguaya lo enjauló; pero no sacó mucho provecho de ello. Además, no convirtió su esfuerzo en acciones de peligro y la defensa de Egipto contrarrestó con solvencia todas las acometidas de los guaraníes. Mahmoud Saber, en el minuto 31, protagonizó la primera ocasión de gol del partido muy clara. Tras recibir un pase en el punto de penalti, con todo a favor, estrelló su disparo contra el cuerpo de Roberto Fernández. Paraguay se salvó de milagro.
El portero paraguayo tuvo que emplearse a fondo de nuevo en el minuto 46 para contrarrestar un remate de cabeza de Mahmoud Saber y segundos después, en el otro lado del campo, Marcelo Pérez pudo marcar con un disparo raso y cruzado que desvió el guardameta egipcio. Hubo más fútbol en los 5 minutos de tiempo añadido por el árbitro antes del descanso que en los 45 anteriores.
El espectáculo mejoró en el segundo acto. El desgaste por el esfuerzo físico de los dos equipos propició un juego a menos revoluciones. Elneny fue más protagonista y Egipto mejoró. También Paraguay, que pudo adelantarse con un disparo de Marcelo Pérez en el minuto 53 que Hamza Alaa despejó a córner.
Roberto Fernández volvió a evitar un gol egipcio en el minuto 64 tras un disparo de Osama Faisal. Paraguay andaba aturdida, sin saber cómo derribar a su rival; pero en una contra un pase repleto de calidad de Enciso lo aprovechó Diego Gómez para firmar el 0-1 con un tiro raso y cruzado.
A Paraguay le tocó sufrir en el tramo final del partido. Egipto se rebeló contra la derrota y cuando parecía inevitable, en el minuto 88, asestó un directo en la cara al equipo sudamericano con un gol de cabeza de Ibrahim Adel, que remató libre de marcaje en el segundo palo un centro de Zizo.
Hasta que llegó la fatídica prórroga. La frustración paraguaya e inyección de moral para la selección de Egipto. Sin embargo, no supo aprovecharlo para imponerse en un tiempo extra marcado por el agotamiento de ambos equipos. Finalmente, se fueron a tanda de penales y ahí Egipto fue más eficaz y se quedó con el billete para las semifinales en los JJ.OO de París 2024.