Por: German Lench Caceres
En el 2019 el crecimiento de la economía PBI será menor a lo proyectado por el MEF 4.2% en el Marco Macroeconómico Multianual, estas proyecciones han sido reajustadas por el MEF al 3.4% y el BCR al 2.7%.
El BBVA Research rebajó su proyección del PBI 2019 de 2.9% a 2.5%, debido a que la demanda interna consumo, inversión y gasto han bajado.
La caída en la actividad económica se produce por un descenso de la demanda agregada (disminución del consumo, de la inversión pública y privada, del gasto público).
Los sectores primarios agro, pesca minería son afectados, por factores que tienen impacto en la producción y exportación de minerales.
La proyección del PBI para el 2020 es de 2.7% y debemos crecer como mínimo 4.5% PBI anual, para absorber la fuerza laboral que crece en 300,000 personas anualmente.
Hay 6 millones 593 mil pobres y 900 mil en pobreza extrema, somos un país donde 3 de cada 4 personas económicamente activa están en la informalidad y desempleo. Sin inversión no hay perspectivas favorables en el empleo, lo que vulnerable la situación de la economía. En los estratos de bajos ingresos, de familias más pobres, hay un aumento de jóvenes que dejan que buscar trabajo y hay mayor riesgo de delincuencia.
Los problemas acuciantes de nuestra realidad laboral son el subempleo y la informalidad, ambos consecuencia de la baja productividad.
Nuestro modelo económico es apoyar la inversión para la explotación y exportación de materia prima.
Las exportaciones dependen de la minería (oro, plata, plomo, zinc y cobre con algo de mineral de hierro y fosfatos). La minería tiene un peso del 12% en el PBI, el cobre 6%. Los beneficios del sector exportador que explica casi el 60% del PBI no apoyan la economía doméstica.
Tenemos una burocracia compleja y tramites inmanejables que faciliten la inversión, el Estado no está funcionando. El presente año la ejecución de la inversión pública nacional llega apenas al 39% del presupuesto asignado anual (PIA).
Para el mediano y largo plazo se debe aplicar medidas para fomentar la investigación para invertir en ciencia, tecnología, conocimiento y dominio de las innovaciones tecnológicas, así como la capacitación de los trabajadores.
Hay que promover al capital humano (educación, salud), mejorar la infraestructura y, potenciar los sectores, avanzar hacia la diversificación productiva en el agro, la petroquímica, entre otros. Los inversionistas necesitan un Estado eficiente y estable que genere confianza. Pero tenemos un Estado débil y corrupto, con una tributación inconsciente, incapaz de ejercer gobernabilidad sobre parte del país, perdemos atractivo de destino de inversiones.
No tenemos capital humano y productividad para crecer 4.5% en el PBI. El crecimiento de la productividad es el factor más importante que afecta nuestro bienestar económico.
Carecemos de visión, prevención y planificación, al CEPLAN no lo toman en cuenta para la planificación estratégica del Estado.
Se debe diseñar un buen programa económico que deberá centrarse en aumentar el gasto de inversión del Gobierno, ofreciendo asesoramiento a los gobiernos locales y regionales y ampliarlo destinándolo a proyectos en carreteras puentes y otras infraestructuras, evitar los conflictos sociales.
Cuidado con el boom de los créditos de consumo, ya que el ahorro personal puede caer.
Nos encontramos con una pérdida de confianza para activar la economía nacional.
La pregunta final es como mantener la demanda adecuada para hacer uso de la capacidad de la economía lo que se ha convertido en una pregunta decisiva.
