El 28 de julio de 1821, momento cumbre de la Independencia Nacional

Don José de San Martín hizo realidad su tesis de batir a los realistas llegando por mar desde Chile y no a través del alto Perú

por | Jul 28, 2021 | Especiales

Don José de San Martín hizo realidad su tesis de batir a los realistas llegando por mar desde Chile y no a través del alto Perú

Independencia del Perú. Un 20 de agosto, pero de 1820, doscientos un año atrás, zarpa de la ciudad chilena de Valparaíso al mando del General San Martín, la escuadra de la Expedición Libertadora del Perú, una de las operaciones anfibias más importantes en el Cono Sur en toda su historia.

Desde el amanecer del día anterior se habían embarcado en los distintos buques que componían el convoy los cuerpos del Ejército Libertador. Todo había sido previsto por San Martín. Los batallones llegaban en grandes lanchas y botes que los transportaban hasta los distintos navíos. Los repuestos y caballos se habían embarcado en días anteriores.

El día 20, en coincidencia con el aniversario del natalicio del Director Supremo de Chile, general Bernardo O’Higgins, se embarcaron los últimos restos de la tropa, la intendencia, la comisaría de guerra, el estado mayor y el cuartel general.

Entre las dos y tres de la tarde, con una salva general de artillería que contestaron los castillos del puerto, la Expedición Libertadora iniciaba el glorioso trayecto hacia su final destino. Siete naves principales y algunas otras embarcaciones menores, que montaban 233 cañones, 11 cañoneros y 16 transportes cumplirían su misión de Libertad en Pisco, el Callao y en todo el largo del litoral del Pacífico.

La despedida de los expedicionarios del puerto de Valparaíso fue solemne, «sin que dejase de arrancar lágrimas de admiración en los que presenciaban la osadía de esa primera marcha al país que era considerado como la portada y el foco de los recursos del poder español en América del Sur», afirma el general Jerónimo Espejo en sus memorias.

Discrepancias con Cochrane

Las discrepancias entre el comandante en jefe de la expedición anfibia, General San Martín, y el jefe de la escuadra naval, almirante Cochrane, nacieron a poco de tomar contacto estos dos jefes supremos de la expedición libertadora.

Cochrane era ardiente e impulsivo, y no se avenía a ser subordinado de San Martín. Conociendo las divergencias de temperamento entre ambos jefes militares, el 20 de agosto de 1820 al zarpar la expedición de Valparaíso, el Director Supremo O’Higgins entregó al General San Martín instrucciones reservadas sobre el procedimiento que debía seguir en caso de desobediencia de órdenes de Cochrane, que inclusive autorizaba hasta su destitución y reemplazo en el alto cargo de jefe de la escuadra por su segundo, el capitán Guise.

Al mismo tiempo, el día de la zarpada de la escuadra de Valparaíso, el gobierno de Chile le ordenaba a Cochrane subordinarse a San Martín entregándole las siguientes expresas instruccciones:

Respaldo de O’Higgins

«El Capitán General de Ejército D. José de San Martín es el jefe a quien el Gobierno y la República han confiado la exclusiva dirección de las operaciones de esa grande empresa, a fin de que las fuerzas expedicionarias de mar y tierra, para obrar combinadas y simultáneamente, reciban un solo impulso comunicado por el consejo y determinación del general en jefe. En este concepto, tengo la satisfacción de prevenir a V.S., por toda instrucción, que desde el momento que zarpe de Valparaíso la escuadra y transportes expedicionarios, obrará V.S. con las fuerzas marítimas de su mando, precisa y necesariamente en consecuencia de la que le suministrare el General San Martín, tanto sobre el punto de desembarco como con respecto a los movimientos y operaciones que V.S., por si mismo, obrar con el todo, o con partes de los buques de guerra de su dependencia, sino que observará absolutamente la línea de conducta que respecto de las operaciones de la escuadra le trazare y fuere trazando el General, según este lo creyera conveniente. Es fuera del caso recomendar a V.S. con todo encarecimiento la más exacta observación de esta mi resolución, bajo toda especie de responsabilidades, […]».

Inicio de la expedición

El mando amplio de jefe de la expedición naval y terrestre quedó confirmado y acatado al izar el Libertador en el palo mayor de la fragata «San Martín», las insignias de Capitán General de Chile y Jefe de la Expedición.

Se iniciaba de esta forma la Campaña Libertadora del Perú. La proclamación de su Independencia, pronto sería realidad.

El 8 de setiembre de 1820, ancló en la bahía de Paracas, procedente de Valparaíso, Chile, la delegación que daría los pasos decisivos para la independencia del Perú

En las Provincias Unidas del Río de la Plata la idea dominante había sido siempre la lucha contra el virrey a partir del enfrentamiento por el norte argentino hacia el Alto Perú, pero San Martín era el que con más insistencia planteaba la idea de la llegada por mar desde Chile y no desde el Alto Perú.

Su insistencia supone una serie de rupturas con los propios líderes de las Provincias Unidas Argentinas y el único apoyo, el decisivo, que él recibe es del director supremo de Chile, Bernardo O’Higgins.

Los dos, O’Higgins y San Martín veían que era requisito fundamental lograr la derrota del gran poder virreinal en América del Sur batiéndolo en Lima.

La Independencia

En el fondo él, de alguna manera, tenía como esperanza mayor el logro de una independencia a partir de una negociación, que es lo que ocurre en Punchauca, donde plantea que el virrey acepte la independencia a cambio de una fórmula política monárquica.

Los españoles por una movida estratégica se retiran de Lima. La crítica a San Martín es que él debió aprovechar para atacar a los españoles en un momento que no estaban tan fuertes, y que luego, más bien, se hicieron fuertes en la sierra del Perú.

El 28 de julio de 1821 alrededor de las 10:20 a.m., hace exactamente 200 años, el general José de San Martín  proclamó la independencia del Perú de la corona española. El libertador salió del Palacio de los Virreyes (hoy Palacio de Gobierno) y se dirigió hacia un tabladillo que se construyó a un costado de la Plaza Mayor, mirando hacia el Cabildo.

“El Perú es, desde este momento, libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende. ¡Viva la patria! ¡Viva la libertad! ¡Viva la independencia!», dijo el militar argentino ante las más de 16 mil personas que se reunieron para escucharlo.

Definición en Ayacucho

El virrey  con un ejército de 20 mil soldados se hizo fuerte en la sierra (tras julio de 1821) y una muy buena parte del territorio peruano siguió en manos del gobierno virreinal hasta 1824.

Entre setiembre de 1820 y julio de 1821 hubo varios eventos que, de algún modo, señalaban que San Martín iba por el buen camino. Uno, el motín de los militares españoles que hace que La Serna se convierta en virrey y la propia disposición del virrey La Serna de conversar con San Martín.

Desde el inicio, el Ejército Libertador contó con el apoyo popular, manifiesto en su ingreso a la ciudad de Pisco, el mismo día del desembarco, en horas de la tarde. Posteriormente, los hechos de armas conducen la historia hasta la batalla de Ayacucho, momento cumbre de la independencia del Perú, el 9 de diciembre de 1824.

SANMARTINIANO.GOB.AR


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