Sergio Tapia T.
Durante 72 años del siglo XX, los socialismos constituyeron, para más de medio mundo, un cruel sistema político-económico-cultural. Que, sin ninguna misericordia cegó vidas humanas por millones, predicando al mismo tiempo y cínicamente que instauraban un nuevo orden, alternativo y mejor a la opción –también decrépita– del liberalismo individualista.
Los socialismos se aliaron y lucharon entre sí, sinuosamente, engendrando nuevas formas maledicentes e imperdonables: leninismo, estalinismo, trotskismo, nacional-socialismo (la realización más perfecta del marxismo, según Adolfo Hitler), fascismo italiano conducido por Mussolini (ex-militante del socialismo comunista), maoísmo, castro-guevarismo (que impunemente ensangrentó Cuba, incendió las Américas y que recientemente corrompió políticos mediante la operación “Foro de Sao Paulo – Lava Jato”; el castrismo es un régimen asesino que siempre merecerá las palabras del “Che” Guevara, que aún retumban en las paredes de las Naciones Unidas, dichas el 11 de diciembre de 1964: “es una verdad conocida, que la hemos expresado siempre ante el mundo: fusilamientos, sí, hemos fusilado; fusilamos y seguiremos fusilando…”).
Los socialismos del siglo XXI aún siguen siendo míseros carniceros mortales del hombre: Son abortistas y son eutanásicos; odian la femineidad, patrocinando el feminismo como palanca revolucionaria; promocionan la dialéctica en las relaciones conyugales y paterno-filiales (en sustitución a la secular como trasnochada lucha de clases). Por eso, apoyan la ideología de género y la estatización de la educación moral de la niñez y juventud, contra las que han reaccionado con éxito los colectivos Con-Mis-Hijos-No-Te Metas y Padres-En-Acción. Los socialismos contrarían dialécticamente proyectos legislativos portadores de soluciones sociales, como la Cunas Salvadoras. Los socialistas subversivos muestran su enemistad a iniciativas legislativas como la del congresista Tubino, que precavidamente formula una captación desde el Derecho Penal sobre la inadmisible violencia contra el libre ejercicio, expresión y manifestación de la libertad de cultos; tema que en otros países como en Europa y Argentina son ya un verdadero problema de seguridad ciudadana lindando con el terrorismo.
Insólitamente, dentro de un mes, nuestra Ciudad de Lima será agraviada en su majestad histórico-cultural, por una reunión de partidos y movimientos políticos y marginales, todos comunistas, convocados para rendirle pleitesía a su líder natural: el ilegítimo, tiránico y corruptor gobernante de Venezuela, usurpador de la democracia, carcelero de la nueva generación política del recambio venezolano; de cuyo apellido quiero abstenerme de pronunciar por estética respetuosa a mis lectores, y del quien su antecesor con idénticos títulos políticos, el comandante del ejército venezolano Hugo Chávez, se daba el gusto de mencionarlo como “El Verde”.
Los socialistas comunistas son siempre impresentables, y malos compañeros de ruta de quien ose hacer migas con ellos. No importa del país que sea. Son convocados en Lima, en los mismos días que se realizará la Cumbre Presidencial de gobernantes de las Américas. Siendo que los comunistas intentarán subvertir el orden público, e intentar que se produzca un muerto, con la finalidad de culpar especialmente al presidente norteamericano Trump.
Esta es el socialismo: ¿Qué te parece?