Permítanme que mis primeras palabras sean para expresar mis más sinceras felicitaciones al nuevo Presidente electo Don José Pedro Castillo Terrones y a todo el pueblo peruano amigo en ocasión de la conmemoración de los 200 años de la proclamación de Independencia de la República del Perú.
Un bicentenario de la Republica que coincide con el Vigésimo segundo aniversario de la Accesión de Su Majestad el Rey Mohammed VI al trono de sus Gloriosos antepasados, y es por ello que me siento muy honrado y privilegiado compartir con todos ustedes estas dos fechas tan emblemáticas.
Lamentablemente, y por segundo año consecutivo, las circunstancias muy particulares que vivimos, a causa de la pandemia del Covid-19, no nos permiten reunirnos para celebrar juntos y de manera presencial fechas tan señaladas cómo lo son las fiestas nacionales de nuestros países.
Sin embargo, ante este nuevo contexto mundial nos reinventamos y nos adaptamos a las nuevas realidades y hábitos.
Señoras y señores
En este día tan especial, el 30 de julio, todas las fuerzas vivas del Reino de Marruecos celebramos con mucho entusiasmo la conmemoración del vigésimo segundo aniversario de la Entronización de Su Majestad el Rey Mohammed VI.
Siendo un día muy importante en la vida política de mi país, en la que el Trono y la Monarquía son el pilar del Estado marroquí, el símbolo de su soberanía y el garante de su unidad y su fuerza, hoy celebramos 22 años de consolidación de Estado de Derecho, de permanente evolución en todos los sectores, de modernidad y sobre todo de justicia social.
Este nuevo aniversario que refleja, una vez más, la solidez y la firmeza de los lazos que unen el Trono y el pueblo marroquí, es la ocasión idónea para rendir un homenaje y reconocimiento a los 22 años del Reinado de un soberano unificador, solidario y visionario.
SM el Rey Mohammed VI ha permitido a Marruecos lograr un importante desarrollo político, económico, social y humano. Sus altas directivas y orientaciones han contribuido a dar respuestas apropiadas y eficaces a la crisis sanitaria que estamos atravesando.
Gracias a Su liderazgo inspirador, Marruecos logró posicionarse cómo un modelo entre los pioneros mundiales, no sólo vacunando a su población contra el Covid-19, sino también lanzando un mega proyecto de fabricación de sus propias vacunas.
Este proyecto estructurante que movilizará una inversión global de unos 500 millones de dólares, se enmarca en la voluntad del Soberano de dotar al Reino de capacidades industriales y biotecnológicas dedicadas a la fabricación de vacunas en Marruecos. Su objetivo a corto plazo es arrancar con una capacidad de producción de 5 millones de dosis de vacuna anti-Covid19 al mes, antes de aumentar gradualmente esta capacidad a medio plazo.
Y así garantizar la soberanía y autosuficiencia sanitaria del país y convertirlo en una plataforma de biotecnología importante en el continente africano y en el mundo en el ámbito de la industria del «fill & finish».
Marruecos no se puede comprender sin su dimensión africana y África sin su componente marroquí, y es por ello que me gustaría rendir homenaje a las numerosas iniciativas y gestos de solidaridad destinados a acompañar a los países africanos hermanos en sus distintas fases de lucha contra la pandemia del coronavirus.
El firme compromiso de mi país por el desarrollo y el bienestar del continente africano, se quedó plasmado tanto en las muestras de solidaridad hacia más de 22 países africanos hermanos, suministrando diferentes ayudas, particularmente sanitarias y médicas y nuestro llamado a la comunidad internacional a dotar al continente africano con suficientes dosis de vacunas anti-Covid19.
De hecho, hace una semana y tras el empeoramiento de la situación epidemiológica en Túnez, SM el Rey Mohammed VI, en consonancia con Su espíritu solidario, dio sus Altas Instrucciones para el envío de una ayuda médica de urgencia compuesta por la instalación de un hospital de campaña con una capacidad de más de 100 camas, además de 100 respiradores y dos generadores de oxígeno.
Señoras y Señores
Mirando hacia el futuro y bajo el impulso de Su Majestad el Rey Mohammed VI, el Reino de Marruecos decidió aprender de la pandemia, y generalizó el acceso a la protección social y la cobertura sanitaria en beneficio de toda la población.
Proyectándose con ambición en el horizonte del 2035, decidió elaborar un NUEVO MODELO DE DESARROLLO que se basa en liberar energías y restaurar la confianza para acelerar la marcha hacia el progreso y la prosperidad para todos los ciudadanos marroquís.
Se trata de un modelo de desarrollo hecho por los marroquíes, con los marroquíes y para los marroquíes, una propuesta para un camino de desarrollo, una convocatoria general a la movilización y al trabajo conjunto para construir un Marruecos prospero, un Marruecos de competencias, un Marruecos inclusivo y solidario, un Marruecos sostenible y un Marruecos audaz.
Después de un diagnostico rigoroso y sólido, el nuevo modelo de desarrollo propone, tal como figura en su informe, alcanzar algunos objetivos ambiciosos, pero perfectamente realizables que permitirían a Marruecos consagrar aún más su vocación de modelo regional.
Dentro de estos objetivos, citamos la duplicación del producto interior bruto por habitante para 2035, un dominio de los aprendizajes básicos a finales de la enseñanza primaria por más del 90 % de alumnos, el aumento del número de médicos por habitantes para alcanzar las normas de la OMS, la reducción al 20 % de la proporción del empleo informal, el aumento al 45% de la tasa de participación de las mujeres frente al 22 % en 2019, y un nivel de satisfacción de los ciudadanos hacia la administración y los servicios públicos a más del 80 %.
El refuerzo de la capacidad de la economía nacional para crear empleos decentes y la reducción significativa de las desigualdades sociales y territoriales, así como la garantía de una educación básica de calidad y una cobertura social generalizada, en consonancia total con las altas Directivas estratégicas y estructurantes lanzadas por SM el Rey, son otros de los objetivos esenciales del nuevo modelo de desarrollo.
Nuestras apuestas de futuro van a convertir a Marruecos en un polo regional en el ámbito de la enseñanza superior, la investigación y la innovación; una nación digital; un líder mundial en el ámbito de la energía competitiva y verde; un centro financiero continental y hacer de la marca «Made in Morocco» un medio de valorización de los activos del Reino y una palanca para una mayor integración en las cadenas de valor mundiales.
La estabilidad política y la solidez de las instituciones son activos importantes para el futuro de cualquier país. Estas fortalezas están vinculadas con el espíritu y la naturaleza misma de los modelos de desarrollo construidos a lo largo de la historia de mi país. En cada paso importante, a pesar de las diferencias políticas, Marruecos ha podido reunir regularmente a todas sus partes interesadas para hacer diagnósticos, resaltar éxitos, identificar debilidades, comprender riesgos y rectificar trayectorias.
Las fortalezas de Marruecos también se basan en los avances logrados en democracia, derechos humanos y la consagración del estado de derecho. Gracias a las múltiples reformas políticas e instituciones ambiciosas, especialmente con la adopción en 2011 de una nueva Constitución, Marruecos sentó las bases de una sociedad más abierta, más democrática y más preocupada por el respeto de los derechos humanos, un estado de derecho, instituciones más modernas, una mejor separación de poderes y una regionalización avanzada. Además, presumimos de una población joven que constituye un recurso invaluable y un factor de crecimiento potencial significativo, a menudo denominado «dividendo demográfico».
Señoras y Señores,
La política exterior del Reino de Marruecos es una política que se ha forjado en la promoción de la paz, la tolerancia, el diálogo, la apertura, la cooperación de beneficio mutuo, el multilateralismo, la estabilidad y solidaridad, y es por ello que Marruecos de hoy goza de una imagen muy positiva en la esfera mundial.
Nuestra diversificación de partenariados, nuestra posición geoestratégica, el principio de la no injerencia, así como el respeto a los fundamentos esenciales de las relaciones bilaterales y multilaterales nos ha permitido ser un interlocutor privilegiado no solamente entre los países de África, sino también entre África y Europa, entre África y la región del Oriente Medio, en el mediterráneo y también con Asia y América.
Y eso lo hemos visto plasmado en los últimos y destacados logros en la región sudamericana. La obtención del Reino de Marruecos del estatuto de miembro observador en la Comunidad Andina de Naciones (CAN), como primer país árabe y africano, refuerza esa posición de interlocutor privilegiado en la región de América Latina y consagra su posicionamiento como socio creíble, en un contexto internacional caracterizado por la interdependencia económica y la interacción cultural.
Estoy seguro que esta adhesión permitirá valorizar el proceso de acercamiento entre Marruecos y los países latinoamericanos, en el marco del fortalecimiento de la política de apertura preconizada por Su Majestad el Rey Mohammed VI. Dicho esto, cabe recordar que mi país goza del estatuto de miembro observador en nueve organizaciones regionales: cuatro de carácter parlamentario (Parlacen, Foprel, Parlandino, Parlatino), cuatro políticas (SICA, OEA, SEGIB, AEC) y la Alianza del Pacífico que es de vocación económica.
En Marruecos estamos profundamente convencidos de que esta adhesión a la CAN, como miembro observador, reforzará aún más las relaciones entre ambas partes y tenderá nuevos puentes.
Señoras y señores
Profundamente atado a sus raíces árabes y africanas, Marruecos mira resueltamente hacia el futuro, multiplicando y diversificando sus socios estratégicos tendientes a afianzar fructíferas alianzas en el marco de la cooperación sur-sur, especialmente con el Perú, país hermano con el que nos unen relaciones marcadas por la colaboración, el respeto mutuo y la voluntad de reforzar aún más la cooperación en diversos sectores.
Me complace en esta oportunidad destacar las excelentes relaciones que unen el Reino de Marruecos y la República del Perú. Nuestros fructíferos vínculos se han visto consolidados continuamente desde el establecimiento de relaciones diplomáticas en 1964 y tuvieron su punto culminante con ocasión de la histórica visita de Estado que efectuó Su Majestad el Rey Mohammed VI a Lima en el año 2004, siendo el primer jefe de Estado árabe y africano en realizar una visita de Estado al Perú.
Hoy, en esta fecha emblemática del 30 de julio que coincide con la conmemoración del Bicentenario del Perú, es la ocasión idónea para reafirmar la voluntad del Reino de Marruecos de consolidar aún más los lazos de amistad y de cooperación que unen nuestros dos países, elevarlas al nivel de una colaboración pluridimensional, que consolide la cooperación sur-sur y afiance aún más el diálogo político en el ámbito bilateral y asegure su continuidad y dinamismo, a la luz de los criterios y valores constantes que asumen ambos países, y que se erigen sobre el refuerzo de los principios democráticos, la defensa de los derechos humanos y la promoción del desarrollo humano y de la justicia social.
Los logros de Marruecos a lo largo de las últimas dos décadas, particularmente en el ámbito industrial, de infraestructura, de energías renovables, entre otros, lo predisponen para constituir para el Perú el punto de acceso hacia África y el mundo árabe.
De igual modo, me gustaría destacar la nueva página que estamos escribiendo junto con nuestros amigos bolivianos, una página donde tenderemos nuevos puentes de cooperación en diferentes ámbitos, donde el respeto mutuo, las ganas de conocernos más y la voluntad de acercar nuestros dos pueblos es nuestro principal objetivo. La participación de Marruecos en la investidura del presidente Luis Arce Catacora junto con las diferentes reuniones mantenidas en la Paz fueron el comienzo de una nueva era en nuestras relaciones y la base para acercarnos y consolidar aún más nuestras relaciones bilaterales.
Aprovecho esta inmejorable ocasión para hacer un llamado a los Gobiernos del Perú y Bolivia, a sus respectivas cancillerías, a sus congresos y senado, y a todas las fuerzas vivas de estos dos países para obrar juntos hacia un futuro mejor por el bienestar y la prosperidad de nuestros pueblos hermanos.
Señoras y Señores,
Reitero que nos llena de orgullo que la celebración de la Fiesta del Trono del Reino de Marruecos coincida con el periodo de las celebraciones previstas en el marco de la conmemoración del BICENTENARIO de la República del Perú.
Celebrar la independencia de los países, es un momento propicio para recordar el firme e histórico compromiso de Marruecos con la lucha africana por la liberación nacional y su contribución a la consolidación de la estabilidad y de la democracia en el continente africano, mediante una cooperación eficaz en ámbitos fundamentales para los fines de su desarrollo sostenible.
Al ser uno de los primeros Estados en recuperar su independencia en el continente, Marruecos se empeñó en acompañar y ayudar a los procesos de liberación nacional que existían en la mayoría de los países africanos que luchaban contra la colonización, y apoyó, sin dudarlo, la lucha de muchos líderes históricos del continente.
También, Marruecos ha participado en los esfuerzos internacionales y regionales para la solución de numerosos conflictos y ha proporcionado contingentes, de forma permanente, a las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, especialmente en África.
Marruecos y Perú siempre se han mostrado comprometidos a apoyar la seguridad y la paz mundiales, además de respetar la legalidad internacional, las constantes nacionales, así como la integridad territorial de los países. Es por ello, que Marruecos apuesta por la construcción de bloques regionales sólidos y no por la creación Estados fallidos y soluciones obsoletas a conflictos regionales de otras épocas.
En este sentido, Marruecos decidió acoger en su territorio diversas rondas del diálogo inter-libio y creo un espacio de confianza entre los hermanos libios con el fin de reestablecer la democracia, la estabilidad y la prosperidad en el país norafricano.
Bajo las altas instrucciones de SM el Rey, Marruecos sigue plenamente comprometido a establecer las bases de una estabilidad duradera en Libia, apoyando los esfuerzos del pueblo libio y de sus instituciones legítimas para preparar las próximas elecciones.
Señoras y Señores,
Ante el gran acontecimiento de la celebración del Bicentenario del Perú, permítanme reiterar al Gobierno y al pueblo peruano mis más cálidas y sinceras felicitaciones y renovarles mis mejores votos de paz, bienestar y prosperidad.
También quisiera homenajear a todo el personal de salud que están en primera línea en la lucha contra el Covid-19, felicitándoles por su labor en la exitosa campaña de vacunación que se está llevando a cabo.
Antes de concluir quisiera extender un caluroso saludo y mis sinceras felicitaciones a toda la comunidad marroquí residente en Perú y en Bolivia con motivo de la celebración del vigésimo segundo aniversario de la entronización de Su Majestad el Rey Mohammed VI.
A nombre de mi país, el de todo el equipo de la Embajada del Reino de Marruecos, y al mío personal, expreso mi más cordial, afectuoso y fraterno saludo a todas las peruanas y los peruanos, así como a la comunidad marroquí y hago votos por el bienestar de cada uno de ustedes y el de sus familias, deseándoles salud y fortaleza para seguir adelante.
¡Feliz Fiesta de Trono ¡ ¡Feliz Bicentenario !
¡Viva Marruecos y viva el Perú!