El cataclismo de la economía recién está por venir

por | May 28, 2020 | Opinión

Por: Phillip Butters / El reciente informe del Banco Central de Reserva indica que los
sectores más golpeados como consecuencia de la cuarentena y de la pandemia del COVID son minería; cosa que es evidente, porque es claro que no todas las minas han podido seguir produciendo y que no se ha podido exportar lo que se debería. No solamente de la gran minería vive el Perú, sino también de la pequeña y la mediana minería que han tenido un frenazo tremendo: es obvio que sin mineros y sin operarios las grandes minas pueden hacer un esfuerzo porque tienen mayor tecnología, pero todos las otras han estado en problemas graves y serios. Muchas de ellas como Volcan o Antamina tuvieron que parar, por suerte Las Bambas ha seguido funcionando, pero no se puede decir lo mismo de todas las demás.

El sector hidrocarburos, como es obvio ha tenido un frenazo tremendo, al haberse parado el transporte, otro de los grandes debilitados con esta desgracia, al no haber carros circulando en las calles, al no haber taxis, mototaxis ni medios de transporte interprovincial es evidente que la venta de hidrocarburos se ha ido al piso y también, por supuesto, la facturación de todo el transporte, si a eso le sumamos la crisis evidente del sector aéreo con la quiebra mundial de Latam, queda claro que el consumo de hidrocarburos se ha caído al piso para no hablar del Diesel y de toda la flota de transportes del Perú que utiliza ese tipo de combustible en la industria, que claro que al haber caído el consumo se ha tenido poco que producir, especialmente, porque este año hemos tenido un verano mucho más extenso, se ha tenido que dejar de fabricar confecciones, se ha dejado
de fabricar bienes de consumo masivo, y como es obvio, eso ha tenido un mazazo al cerebro.

En el sector financiero qué duda cabe, al haber menos consumo, menos tarjetas de crédito, evidentemente los bancos han decrecido sus ingresos, pero ya saben que eso en el futuro, se la van a tener que emparejar, porque evidente los bancos van a cobrar las mismas tasas de siempre y no hay un plan “Reactiva Familia” que “implicaría la compra de los saldos de las tarjetas de crédito, los créditos hipotecarios y también los créditos vehiculares”. Como es obvio, el sector construcción se ha ido al suelo al haberse frenado el consumo en 90% de cemento, en 90% de fierro, como es obvio se frenaron todas las construcciones de viviendas, todos los proyectos de carreteras grandes que ha sido un frenazo tremendo, porque de eso se hacía cargo el Gobierno y sus concesionarios. Es decir, se derrumbó la construcción y, por ende, se ha derrumbado; cómo no, la inmobiliaria. El panorama es terrible, pero más terrible aún es cuando nos enteramos por voz de Javier Zúñiga, exdecano de la Facultad de economía de la Universidad de Lima, que la situación va a ser muy grave, porque el consumo no se va a reactivar en los próximos dos meses y porque además el endeudamiento del Perú podría llegar a subir la deuda externa. Y por supuesto, la situación es muy complicada cuando otro economista de fuste como es el señor Alejandro Indacochea, en estas mismas líneas del diario LA RAZÓN nos dice que el plan Reactiva Perú no ha llegado a las medianas ni a las pequeñas empresas, sino las primeras que se han beneficiado han sido las empresas grandes, porque además el Reactiva Perú en realidad es para cubrir los puestos de trabajo, como lo ha dicho otro economista como Ismael Benavides, pero si claro, solamente le dan un mes de facturación a las empresas habiendo cerrado más de 70 días lo que va pasar es que ese dinero lo van a utilizar para liquidar personal, cuando debería ser todo lo contrario. Pero claro, dos meses o
tres es lo mínimo que han tenido que dar.

La situación de la economía es atroz, va haber un inmenso desempleo, ya la informalidad golpea en todos los estratos y salvo Forsyth y unos cuantos más piensen que este es un tema de necedad, mientras que no se dan cuenta que este es un tema de mercado. La gente tiene que salir a vender a las calles sin factura, no solamente los comerciantes de Gamarra sino todos los comerciantes del Perú. Y como es obvio, nadie está para pagar alquiler, alcabala, licencias municipales y hemos regresado a una situación horrible como las de los 80s donde va haber muchísimo pero muchísimo comercio ambulatorio. La situación de la economía es catastrófica y, por supuesto, de eso no habla Vizcarra, sino sigue mintiendo con sus cifras que como ya todos sabemos son recontra falsas.


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