A pesar de una desaprobación del 92%, la mandataria peruana encabezó la inauguración del mayor puerto comercial de Sudamérica, marcando un hito en la infraestructura del país.
La presidenta Dina Boluarte clausuró este sábado el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), una cumbre internacional que le otorgó un respiro en un contexto político marcado por una desaprobación del 92% y una creciente crispación social en sus dos años de mandato.
Durante su discurso de cierre, la mandataria destacó que “el ejercicio exitoso de la presidencia APEC por tercera vez en el Perú ha marcado un hito que fortalece nuestra presencia en el plano internacional”. La cumbre, celebrada en Lima, reunió a 21 delegaciones de las economías más influyentes del mundo.
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Con la emblemática fotografía junto a Xi Jinping, podría afirmarse que el Poder Ejecutivo logró encapsular el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Sin embargo, este éxito podría ser cuestionado al analizar las medidas adoptadas para guardar las apariencias durante la cumbre.
El Gobierno decretó días no laborables tanto para el sector público como privado, y se implementaron cierres de calles y avenidas, lo que incrementó el tráfico en Lima, la quinta ciudad con más congestión vehicular del mundo. Las clases presenciales fueron suspendidas y 2.4 millones de escolares en Lima Metropolitana, el Callao y Huaral tuvieron que continuar sus estudios de manera virtual.
Además, durante los tres días de actividades centrales del foro, se repitieron escenas de represión policial contra manifestantes que salieron a las calles a nivel nacional. La fuerte presencia de los agentes del orden contrastó con las promesas de un evento de cooperación y diálogo internacional.