Los datos son reveladores en torno al escenario que terminó dibujando la pandemia en internet. El uso del ecommerce entre los compradores peruanos pasó de ser una práctica casi anecdótica a convertirse en un hábito incuestionable. Los números reflejan la dimensión de este fenómeno, y es que, según concluye un informe elaborado por la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece), durante el pasado año fueron casi catorce millones de personas las que decidieron comprar de manera online, es decir, más del cuarenta por ciento de la población.
Hay que remontarse a fechas prepandémicas para encontrar un registro claramente inferior a este. En el año 2019 tan sólo el dieciocho por ciento de los ciudadanos (seis millones) tenía por costumbre hacer clic a la hora de la compra. Eso cambió radicalmente, y es que el confinamiento, que indujo a permanecer más tiempo delante de una pantalla, sirvió para que los usuarios aumentaran también el número de pedidos a través del comercio electrónico, asentando de este modo el auge de las compras virtuales hasta el día de hoy.
La procedencia de los clientes es una de las variables que sirve para señalar la predisposición que estos tienen frente al ecommerce. Actualmente, siete de cada diez compras provienen de una capital de provincia, lo que nos dice que la frecuencia de adquisiciones online dentro del ámbito rural todavía está en vías de consolidarse. Sea como fuere, la información manejada por Capece deja claro que la progresión del comercio electrónico en el país está siendo espectacular desde 2020, año en el que se registró una subida de más del cincuenta por ciento, lo que se tradujo en nueve mil millones de dólares de beneficio.
Más allá del contexto sembrado por la emergencia sanitaria, otro de los elementos que ha servido para apuntalar esta tendencia es sin lugar a dudas el compromiso que las tiendas digitales han adoptado con respecto a la dotación tecnológica. Los canales de venta cuentan ahora con mejores softwares de gestión de productos, sistemas de pedidos más eficaces y elementos de ciberseguridad mucho más avanzados.
Estos entornos invierten en seguir el modelo fijado por aquellos espacios virtuales que han convertido las transacciones económicas a través de internet en una práctica totalmente segura, como pueden ser las entidades bancarias o las plataformas de juegos de azar. Sin ir más lejos, tanto los neobancos como los mejores casinos online Peru plantean contra la ciberdelincuencia una estrategia informática que garantiza, entre otras cosas, que los datos personales del usuario, ya sea un número de cuenta o una contraseña privada, no queden expuestos ante terceras personas. Para ello, la industria del juego se ha especializado en combinar diferentes herramientas de seguridad que ayudan a encriptar la información sensible que viaja desde una pasarela de pago hasta el servidor. En este sentido, el protocolo SSL (Secure Sockets Layer), la doble autenticación o el denominado sistema KYC (Know your customer) consiguen evitar que los casinos sufran ataques maliciosos por parte de los hackers. Ante este panorama, no resulta extraño que desde Capece hayan tomado buena nota de ello.
Gracias a estas medidas se ha conseguido despertar una mayor sensación de confianza entre los compradores, que han terminado asumiendo el cambio de paradigma como una evolución natural de los tiempos. De esta forma, el número de comercios que realizan sus ventas online ha pasado de doscientos sesenta mil a trescientos mil en tan sólo un par de años. Cabe destacar que uno de cada tres negocios de este tipo dispone de una presencia web totalmente equipada, donde el uso de programas especializados en gestión de contenidos y la puesta en marcha de apps corporativas se ha vuelto indispensable.
Atendiendo a los datos de Capece, en Perú, dentro de los sectores que mejores números acumulan, el comercio minorista ocupa claramente la primera plaza, y es que al término del pasado año consiguió mover casi cinco mil millones de dólares a través de internet. Su crecimiento no admite concesiones: el retail electrónico ha pasado de representar en 2017 un cuarto de las compras online a superar el cincuenta por ciento de las mismas en 2021. En segunda posición se encuentra el sector servicios que, además de cosechar la subida más notoria en apenas tres años (28%), ha sido capaz de generar dos mil ochocientos millones de dólares. En el mismo periodo de tiempo, los segmentos concretos que experimentaron una mayor evolución fueron la hostelería (92%), la tecnología (84%) y la moda (81%).
Finalmente, sólo resta poner el foco sobre las modalidades de pago predilectas por los peruanos en el comercio electrónico. El informe revela que las tarjetas de crédito y débito siguen siendo las líderes con seis mil millones de dólares generados, seguidas por los monederos virtuales (dos mil millones) y por los cupones en efectivo, que no llegaron a los ochocientos millones.