ALTER B. HIMELFARB W.
Antíoco IV Epifanes, llamado «El Ilustre», fue Rey de Asiria, del 175 al 164 a.e.c.. Combatió a los Judíos, sin éxito. (Diccionario Larousse, Pág. 1116, Edición de 1968/París).
Este Rey y su reinado (como mencionamos en el Artículo anterior de Dic. 26), fue una desmembración de lo que había sido el Gran Imperio de Alejandro Magno. A la muerte de Alejandro, se forma el Gobierno de los Diadoco-Ptolomeos. Este nuevo Imperio, más pequeño que el de Alejandro, cubre parte del Norte Oriental de África, extendiéndose hasta Asiria y desde luego, gobernando sobre Judea.
El conflicto entre el Rey Antioco IV Epifanes y el pueblo judío, aparece en el 164 a.e.c. Antíoco esperaba hacer con los judíos de Judea, lo que ya se estaba haciendo con los judíos en Egipto, -desde el Siglo IV a.e.c.-, «Helenizándolos». Es decir, atraerlos hacia la cultura griega pagana. Tanto así, que ya en Alejandría/Egipto, -el Centro «hiper» cultural de la época-, el Pentateuco ya había sido traducido al Griego y se leía en Griego, en vez de leerlo en Hebreo.
Antíoco quiso hacerlo «por las buenas», pero el pueblo hebreo, radicado en Judea, no lo aceptaba, de manera que se propuso «Helenizarlo» por la fuerza, con violencia. Prohibe el culto ancestral del pueblo hebreo, ordena la veneración de las deidades griegas y manda a colocar una estatua de Zeús en el Templo de Jerusalém. Esto, enciende la rebelión. El pueblo hebreo siente amenazada su esencia, su espiritualidad, su fe en el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. Los judíos toman las armas y estalla la guerra por la liberación.
Yehuda el Macabeo, lidera la batalla, derrotando repetidamente las fuerzas de Antioco, obteniendo un exito que sobrepasó todos los cálculos. La independencia nacional perdida desde hacia siglos, quedó restablecida. (Extractos tomados de «Historia del Pueblo Judío», de Werner Keller// «Diccionario Enciclopédico del Judaísmo», de Salomón Lewinsky, 2009, Ed. Planeta/Bogotá.)
Gracias a Dios, el judaísmo, antes de ésta era común, se ha sobrepuesto a todas esas persecuciones y asesinatos, de diferentes maneras y de manera positiva, resurge de las cenizas: Cuando el Imperio Persa derrocó al Imperio Babilonio, (Emperador Ciro El Grande), el pueblo judío, como cualquier ciudadano del Imperio, circulaba libremente. Al Rey Ciro, lo sucedió el Rey Ajashverosh, -o Artajerjes, o Jerjes «I»-, de acuerdo a otras traducciones distorsionadas del Latín/Griego-, quien asesorado por su nuevo «Virrey», Amán, decide paralizar la reconstrucción del Templo de Jerusalém.
Y además, inicia y atiza una persecución contra los judíos. La historia -un poco más entramada-, que se puede leer completa en la Biblia, en el Libro de Esther, permite destacar 2 puntos: 1) Ajashverosh busca una nueva esposa y entre las mujeres más bellas del Imperio, selecciona a Esther, quien le oculta su fe judía. 2) Amán, después de un proceso, es enviado a la horca y para los judíos, desaparece la amenaza de un exterminio.
En todo esa trama, aparece la palabra PUR, que significa «sorteo». (Diccionario ESPAÑOL-HEBREO, de Comey-Yarden, Ed. Ajiasaf, Israel /1997). Y de esa palabra, proviene una celebración del pueblo judío, llamada PURÍM. Este festivo, se celebra como una especie de carnaval, donde los chicos se disfrazan de Reina Esther y Rey Ajasverosh, que este 2022, se celebraría a mediados de Marzo.
Algo similar acontece con la victoria de los Macabeos sobre el Reino Seléucida de Antíoco IV Epífanes. Esta es la festividad de JANUCÁH, aquella donde se prenden candelabros con 9 velas. Es una celebración, donde las velas del candelabro se prenden cada día: Una vela el primer día; dos velas el segundo día y así sucesivamente hasta el octavo día con 8 velas. La novena vela, es una vela auxiliar, con la que se prenden las velas de cada día).
Habían ya pasado 80 años, desde el triunfo de los Macabeos sobre el Emperador Antíoco IV Epífanes, cuando las huestes Romanas, se van acercando a Judea, a Jerusalém, en su plan «imperialista», de ampliar sus fronteras hasta Asia.
(*) Miembro A.I.E.L.C