Eduardo Farah
El día de ayer tuvimos una conversación con el Sr. Nicolás Lucar y el Sr. Arturo Alfaro en la cual se trató el tema de las bolsas plásticas; el tema no es solamente las bolsas plásticas, sino de desechos en general, cuya problemática tiene 2 soluciones.
Ni las bolsas plásticas ni los desechos caminan solos, son arrojados por alguna persona y esto está basado en la educación de los ciudadanos; entonces una de las soluciones es la educación, tan es así que en Europa y Estados Unidos se dejan los desperdicios en sitios determinados para que sean recogidos y llevados a plantas recicladoras o generadoras de energía como en la ciudad de Viena, Londres, Estados Unidos y por supuesto en el Perú hay una planta pequeña que genera energía a base de desechos sólidos.
He conversado con el Sr. Arturo Alfaro de la ONG VIDA y hemos llegado a un acuerdo que el problema no son las bolsas plásticas, el problema va mucho más allá y una de las propuestas es que las bolsas en los supermercado sean cobradas, eso sí lo puede hacer el Gobierno con un selectivo, pero las diferencias de costo entre lo que cuesta la bolsa y lo que es vendido debería ir a un fondo de educación para que en todos los colegios del Perú se enseñe a colocar dichos desperdicios sólidos en diferentes ambientes.
Sí creemos que entre las industrias, las ONG y demás organizaciones se puede llegar a un acuerdo razonable, pero lo que nos llama mucho la atención es la campaña tan agresiva de las bolsas del supermercado y esto hay que investigarlo, porque no con el pretexto de que se fabrican tal cantidad de bolsas se les quite el derecho al trabajador y al empresario a trabajar y a recuperar su capital invertido.
El derecho al trabajo está en la Constitución, tanto para los trabajadores como para los inversionistas.