Por: Alter B. Himelfarb W.
Partido / La suerte está echada. Los dados de la corrupción dieron su fallo. Hubo muestras de fraude, las cuales, lamentablemente, no pudieron, para tranquilidad ética y moral del país, ser calificadas. Quedó la duda: ¿hubo o no hubo fraude? Porque haciendo de “Abogado del Diablo” podría caber una contrademanda del Estado al partido acusador o denunciante. Pero no va a pasar de ahí. Como alguien dijo: “the game is over”, “el juego ha terminado”. Y la duda continuará, hasta el próximo Bicentenario.
Entonces, ¿qué nos queda? Tal como se ha sabido hasta ahora, el Dueño del Partido, no el Presidente, es quien va a manejar el país. Planteamientos en “borrador” han sido descartados por el Dueño del Partido: “No hay que hacer una selección de Tecnócratas de “alto nivel”, que ocupen los ministerios, porque eso “huele” a los “Chicago Boys””. Respondemos: Ni que todos los futuros ministros fueran alumnos en Economía de Milton Friedman. Ese planteamiento, es una tontería garrafal del Dueño del Partido, quien, además, agregó: “Necesitamos cambio y confiar en nosotros mismos”. ¿Y es que los posibles futuros ministros, además de tecnócratas, no son acaso peruanos?
Tiene que haber metas urgentes en beneficio de la sociedad desamparada y, obviamente, para todos los estamentos del país. En la medida en que la sociedad desamparada se vuelva más solvente, menos dependiente y más autosuficiente, el progreso real del país Perú ha de verse en todos los niveles. No hay “vuelta de hoja”.
Lo que se está haciendo para bien del 100% de la comunidad jamás puede dar malos resultados. Dar EDUCACIÓN, acabar con el ANALFABETISMO, no es mal negocio. Es bueno para todos, menos para los corruptos. Dar SALUD PÚBLICA ESTATAL, para que la población viva libre de enfermedades, es más económico para el país. Veámoslo -en estos momentos de Pandemia-: Un pueblo educado y con un buen servicio estatal de salud estaría con menos contagios de COVID-19 que los que pueda tener en ese momento.
(Y no nos confundamos: países que se llaman del “Primer Mundo” pueden tener más habitantes ignorantes que cualquier país del “Tercero”: Inglaterra, Estados Unidos, Italia, España, etc.)
Ayudar a que la sociedad desamparada pueda lograr -por fin- tener una digna y no suntuosa, pero modesta, VIVIENDA, a través de planes con el apoyo de créditos hipotecarios estatales y reglas de juego estrictas, sería beneficioso para la comunidad, para el país.
Ahora bien, continuando con las declaraciones del Dueño del Partido, habla este de “tres niveles de lucha”. El acceso al poder: Sea como sea, ya lo obtuvieron. Con fraude o sin fraude, ya están en el poder. Hace referencia -exageradamente- a un primer nivel de lucha, a menos que se refiera a la “lucha” de la campaña electoral.
Menciona como “segundo nivel de lucha” el sostenimiento en el Poder: Otra expresión exagerada y ofensiva, por cuanto para “mantenerse” en el Poder habrá de cumplir con los requisitos y protocolos que se le exigen a un gobernante. Una vez que ya haya sido nombrado Presidente del País, solo razones de peso podrían quitarle la investidura, de manera que el Dueño del Partido o el Presidente detrás de bambalinas no debe temer… puede estar tranquilo.
Pero lo más temible y terrible es su Tercer Nivel de Lucha: La sucesión en el Poder. Sin resultados en una gestión gubernamental que aún no ha comenzado, ya de “entradita”, busca el Dueño del Partido, perpetuarse en el Poder. Ya lo habíamos mencionado en el Art. II sobre este mismo tema, (Julio 5) que, si hubo o no fraude, que no se llegó a calificar oficialmente, en una próxima campaña electoral donde todos los hilos de las respectivas entidades electorales están bajo su férula, ahí sí que va a ser imposible “bajar” del poder al Dueño del Partido.
Y presten atención: en poco tiempo van a pedir indulto o algo parecido para Don Abimael Guzmán o para los del MRTA.
(*) Miembro A.I.E.L.C
