Los mecánicos ucranianos y su ardua labor mantener bien restaurados el armamento que se les ha facilitado
Detrás de los miles de militares ucranianos desplegados a lo largo de los más de 160 kilómetros del frente de batalla para la contraofensiva se encuentra un ejército pequeño de mecánicos, ingenieros y técnicos de armamento que son responsables de mantener en funcionamiento la creciente flota ucraniana de tanques, vehículos blindados y otros equipos hechos en Occidente.
Serhii Ivanov, el líder del equipo de mantenimiento, relató: “Nos llaman los cuidadores de perros”, en tono de broma y en referencia a un apodo que surgió a raíz de que muchos de los vehículos blindados a los que dan servicio tienen nombres de razas de perros: mastines, “huskies”, y loberos.
Trabajan en campamentos en el bosque, en edificios abandonados a unos kilómetros del frente de batalla o como equipos móviles para averías, ya que llevan sus servicios a unidades militares a donde son desplegados para evitar remolcar el equipo por largas distancias de regreso a la base o incluso a fábricas en el extranjero.
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Valerii Shershen, mayor y jefe de comunicación en el comando logístico ucraniano, explicó: “Los vehículos se necesitan en el frente ahora y esto nos permite tenerlos de regreso rápidamente en la línea del frente”. Como referencia a una cita del general John J. Pershing, comandante de las Fuerzas Expedicionarias Estadounidenses en la Primera Guerra Mundial, agregó: “La infantería gana batallas, la logística gana guerras”.
De la misma manera de como los médicos de combate arriesgan su vida cada día para ayudar a los heridos, los mecánicos se han aventurado en el campo de batalla, por terrenos minados y fuego de artillería, para recuperar y reparar vehículos descompuestos o dañados por los bombardeos.
La contraofensiva ucraniana ha sufrido grandes bajas, con una gran cantidad de vehículos dañados y destruidos en campos llenos de minas y bajo constantes bombardeos aéreos y de artillería.
Las pérdidas han sido un duro golpe para Ucrania y han obligado al comando militar a ajustar sus tácticas. Mientras tanto, los mecánicos e ingenieros se han apresurado a recuperar los vehículos dañados de la OTAN, así como el equipamiento ruso capturado, para ponerlos de nuevo en funcionamiento.
Ihor, subcomandante de armas y mantenimiento, que usa el nombre Blago señaló: “Tratamos de reusar todo”. Se acercó a un vehículo blindado Oshkosh de fabricación estadounidense que había sido quemado. Indicó: “No podemos arreglarlo, pero se convertirá en un donador: sus partes nos permitirán reparar otros siete vehículos”.