Por Juan Sotomayor
El tema dominante de todos estos días, qué duda cabe, será el mundial de fútbol Rusia 2018 y el desempeño de nuestra selección en dicho certamen. Contrariamente a lo ocurrido en los últimos 36 años, donde el fútbol era fuente inagotable de desazones, actualmente los peruanos hemos encontrado en el deporte rey un buen motivo para ser optimistas, para mantener la alegría y mejorar nuestra autoestima colectiva.
La sufrida pero merecida clasificación al mundial, el buen desempeño del equipo peruano en los partidos amistosos previos al magno certamen y el hecho de permanecer invictos durante 14 partidos seguidos (racha que se inició desde el 15 de noviembre del 2016), nos llevan a soñar con una destacada participación luego de 36 años de ausencia en torneos mundiales. Y hay motivo para estar alegres y alimentar nuestras esperanzas.
Como si todo esto fuera poco, cuando ya muchos ya habíamos tirado la toalla y pedíamos voltear la página para mirar sólo hacia adelante en el caso de la sanción impuesta a Paolo Guerrero, se produce el milagro que todos esperábamos y su retorno a las canchas no pudo ser más auspicioso: dos goles marcados ayer contra Arabia Saudita nos confirman que sí valió la pena luchar hasta el final para conseguir la resolución del tribunal suizo que permite su participación en el mundial.
Visto con serenidad, el fútbol puede servirnos para hacer una representación metafórica de nuestra propia vida, con momentos alegres y tristes, donde los resultados se dan cuando se hacen las cosas bien, con sacrificio, responsabilidad y convicción. Si alguien dijo que el fútbol es la más importante de las cosas sin importancia, pues para los peruanos en estos días no hay nada más importante que hacer un buen papel en el mundial.
Porque, además de alegrías y esperanzas, el fútbol nos está dando lecciones de vida que debemos rescatar y poner siempre en práctica. Efectivamente, es imprescindible que, tanto en la vida como en el fútbol, nos acostumbremos a ganar, a hacer bien las cosas, a trabajar en equipo, a mantener la disciplina, a ser solidarios, a no improvisar, a no dar por perdida ni una sola batalla… Si el fútbol nos da un motivo para ser felices, ser mejores y estar más unidos, bienvenido sea… Vamos adelante… Vamos Perú!!!