Por: Phillip Butters / Lo que estamos viviendo es un drama sanguinario. Sádico de parte de Odebrecht contra el Perú. La presencia de Juan Carlos Liu Yonsen en el gabinete de Vicente Zeballos, como vemos, no era gratuita. El ministro que ha sido expulsado por ocultar sus vínculos con Odebrecht estaba ahí, para decirnos lo que ayer se publicó en “Gestión”, en reportaje a doble página central, cuando dice que “es prioridad para el gobierno seguir con la licitación del Gasoducto del Sur”.
¿De qué trata esta prioridad? De que Odebrecht se quiere cobrar todo lo avanzado con el Gasoducto, que ya sabemos que es una licitación trucha, un concurso público arreglado, que habían conversado con Ollanta Humala, con Nadine y que habíamos contratado en su momento a PPK, y que por supuesto el impedimento de salida de Nadine, de Ollanta y demás, ya la sabemos.
Lo que no nos han contado es que probablemente ese Gasoducto no tenga reservas probadas de gas.
En buen romance, ellos nos están diciendo que vamos a tener que conseguirles su drook sield, como cuando vendieron Vías Nuevas de Lima, es decir los peajes del Sur, o que hay que conseguirles su empresa “Vinci”, que es la firma que terminó haciéndose de los derechos de OAS, para la línea amarilla, porque a la larga nos van a cobrar lo que han adelantado.
Porque nosotros le pagaremos a esa empresa que puede ser “Pa pe pi po pu S.A.” y esa empresa les va a pagar a ellos. Es decir, ¡otro latrocinio más de Odebrecht!
¿Y quién nos contó ese caso en “cámara lenta”? Es el defenestrado ministro y la muy guapa ministra de Produce, Rocío Barrios, quien también ha ocultado que fue directora de un proyecto ¡donde salió beneficiado OAS!
Son sádicos estos brasileros. No solamente son ladrones, también se burlan de nosotros, nos cobran lo que se les da la gana, quieren un acuerdo de “Colaboración eficaz” que es una tamaña estupidez y, por supuesto, nosotros terminamos “pagando los platos rotos”.
Lo paradójico es que el presidente ha sacado un ministro que ocultaba sus relaciones con Odebrecht. Lo mismo podríamos decir de él y de su hermano.
Fíjense el sadismo de estos desgraciados, en que de no haber reservas probadas para el gasoducto, igual el Perú pagará por ese Gasoducto que puede terminar siendo el “Elefante blanco” número 500 de la historia de la República.
¿Acaso la propia Interoceánica no tiene un carro cada 45 minutos de tráfico? ¿Acaso no es una mentira el gran comercio de importaciones y exportaciones con Brasil?
¿La propia refinería de Talara no es un “Elefante blanco” que nos endilgó Ollanta y Nadine, y que vamos a tener que pagarle 6,500 millones de dólares a empresa española “Técnicas Reunidas”, que es dueña de la refinería mencionada?
Sigo preguntando ¿La villa de Los Panamericanos con 2,500 departamentos amoblados y vacíos, no es otro “Elefante Blanco”? A esto nos preparamos con este nuevo zarpazo de Odebrecht.
Por supuesto, las “geishas” moqueguanas y las “Guaripoleras” nos iban a hacer creer que esto es una “GRN OBRA” del gobierno.
Es más, Datum ha publicado que el Presidente ha subido su aprobación a 63% y el pueblo aplaude a este gran estadista Martín Vizcarra, el zar de la lucha anticorrupción.
¡Qué tales abusivos! Por no decir esa palabrita que usted tiene en la punta de la lengua pero es demasiada grosera como para escribir en estas líneas.
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