Alter B. Himelfarb W. – Miembro A.I.E.L.C.
La química, –en general-, permite cambiar la naturaleza de los elementos, en otros, que prestan un mejor servicio, más útil, que el de sus componentes aisladamente considerados. Por ejemplo, el mineral de hierro, una vez obtenido el hierro de él, a través de procesos metalúrgicos, permite hacer láminas, alambres y un sinnúmero de productos, útiles al ser humano.
Este proceso, de transformar una “basura” en oro, o sea, una humilde roca en un material de extensos usos, fue sarcásticamente considerado, al decir que también hay profesionales que hacen “la química” al contrario, “toman el oro y lo convierten en mierda”.
Eso, precisamente, es lo que ocurre en Venezuela. Desde Chávez hasta Maduro: Administrar una “joya” como Venezuela, hasta convertirla en un saco de excrementos.
A partir del 2012, comienza en Venezuela, una serie aleatoria de situaciones, -como al enfermo que le llegan todos los males al tiempo,- y que poco a poco van afectando, no solamente la economía, sino también el entorno político para terminar deteriorando las relaciones sociales.
Es decir, Chávez y al día de hoy, su sucesor Maduro, han dejado a Venezuela en una situación extrema de “cuidados intensivos”. Además, el país se ha ido desangrando con el auto exilio de sus habitantes.
Un pésimo y torpe manejo financiero del país, fue deteriorando la economía. Acto seguido, el país comienza a desabastecerse. Aparecen las primeras protestas sociales, aumenta el desempleo, aparecen más protestas sociales. La protesta y el disentir es castigado. La población busca caminos democráticos para cambiar el “modelo económico”, pero Maduro, como buen inmaduro, no se deja caer del árbol de la ineptitud.
A grosso modo, el comercio disminuye. La industria en general, baja su producción, -por falta de materias primas y descenso en el consumo. La rata de desempleo, aumenta cada vez más; el Sector Bancario se ve afectado; la atención médica y veterinaria, se deteriora; medicinas básicas o insumos se dejan de importar y escasean en las droguerías. Los hatos lecheros bajan su producción y por ende la industrialización láctea, desabastece el mercado.
¿Qué hace que un sujeto como Maduro, no se dé cuenta, no haya comparado lo que era Venezuela, antes de que ellos, -Chávez y él-, no hubieran metido las “de andar” en esto de improvisar el manejo de un país tan rico como lo es Venezuela?
A todo esto, puede haber alguna explicación:
El Historiador italiano
ABRAS)1111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111111, Carlo M. Cipolla (1922-2000), publicó entre otros, un libro titulado “Allegro ma non tropo”, en el cual dedicó una parte a “Las Leyes Fundamentales de la Estupidez Humana”.
Hemos escogido algunos apartes de su trabajo:
La Primera Ley, dice que todos subestimamos el número de individuos estúpidos en circulación.
- Personas que han sido consideradas como racionales e inteligentes, resultan ser inequívocamente estúpidas y
- Cómo las actividades se ven entorpecidas por individuos obstinadamente estúpidos que aparecen repentinamente en lugares y momentos menos oportunos.
La Tercera Ley, dice que una persona estúpida es aquella que causa pérdidas a grupos de personas (ejemplo: a un país) y da una clasificación:
Bandido (B): Aquél que obtiene beneficios para sí mismo, perjudicando a los demás. Obtiene beneficios, causando pérdidas a su prójimo: a todo un país.
Como el estúpido, no sabe que es estúpido, ello contribuye en gran medida a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su poder devastador. Es como una especie de terrorista. Ataca donde menos se espera.
Las personas estúpidas ocasionan pérdidas a otras y por consiguiente la sociedad entera se empobrece.
La Quinta Ley Fundamental, dice por ende, que la persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. Es más peligrosa que el Bandido.
¿Por qué unas sociedades prosperan y otras entran en decadencia? Porque ello depende exclusivamente de la capacidad de los individuos inteligentes, para mantener a raya a los estúpidos.
Más aún, en las sociedades en decadencia, el porcentaje de individuos estúpidos que están participando del poder, genera una proliferación de bandidos. Ello refuerza inevitablemente el poder destructivo del grupo que conduce al país a la ruina.
Cualquier parecido a la realidad venezolana y quienes la han generado, no es coincidencia.
Este Maduro, aún no se ha dado cuenta, qué tan estúpido es. No es capaz de asimilar, que de una u otra manera, Venezuela no puede continuar en el estado de postración en que se encuentra y que vivo, o muerto (como Khadaffi/Libia), tiene que dejar el des-gobierno de Venezuela.
¡Por las buenas o por las malas!