Por: Azi Wolfenson
Estamos hondamente preocupados por saber cuanto durará y que pasará una vez que acabe esta Pandemia que algunos llaman “Virus Chino”, otros “Guerra Biológica China”, “III Guerra Mundial”, “Corona Virus” y al que China ha terminado por imponer su propia denominación: COVID-19.
Hay opiniones de toda clase. Algunos afirman que durará hasta 2 años y que podemos esperar un rebrote de la misma. Otros consideran que manteniendo la cuarentena y controlando la movilización de las personas, podríamos volver a una situación normal en pocas semanas o en un par de meses. Pero todos en general confían en que la solución venga de la creación de una vacuna eficiente al 100%.
He leído y oído numerosas versiones coincidentes en el sentido de que después de la Pandemia tendremos un mundo mejor y mas humano, donde apreciaremos los valores que son mas valiosos que el dinero y los bienes materiales y nos daremos cuenta del significado de la familia y de los amigos. Ojalá sea así.
Por lo que estamos viendo estos días el fenómeno que está ocurriendo no es necesariamente ese. Creo que más bien esta Pandemia está sacando el verdadero carácter de la gente y que esta no cambia. Podemos apreciar el espíritu de sacrificio de médicos, enfermeras, personal sanitario, la policía, el ejército, etc., y de la gente que respeta y cuida a sus vecinos y semejantes.
Pero al mismo tiempo vemos a los irresponsables que no cumplen con las normas sin importarles el resto y lo más grave es el abuso de quienes están vendiendo los artículos sanitarios por 10 ó hasta 50 veces más de lo que costaban antes de la Pandemia. Los diferentes gobiernos no revelan las cifras que están pagando por estos materiales por vergüenza de reconocer la extorsión que están sufriendo.
Frente a este panorama me podrán decir es el juego de la oferta y la demanda. Cierto, de eso se trata. Como afirmaba al comienzo, el ser humano no ha cambiado ni va a cambiar. De la gente decente la Pandemia sacará todo lo bueno y del resto todo lo malo. Me van a decir que los presos en las cárceles quieren salir para ayudar a sus semejantes o en su gran mayoría para seguir cometiendo crímenes por los cuales fueron condenados.
No quiero ser pesimista, pero estoy lleno de dudas como probablemente lo estemos todos. Me parece sospechoso que algunos países tengan material sanitario en exceso para vender a precios exhorbitantes al resto. Ruego únicamente que la institución que descubra la vacuna la ponga al alcance del resto del mundo y gane la gloria y el reconocimiento de todos y no haga su Agosto como lo hacen actualmente quienes al parecer se prepararon de antemano para enriquecerse en esta época.
Volviendo al tema del futuro después de la Pandemia coincido en que el problema económico va a requerir la acción de la gente mas capacitada al respecto y espero que los políticos tomen en cuenta la opinión de los expertos y especialistas en el tema y no se lancen a tomar decisiones en un tema que no conocen.
Serán tiempos difíciles en que habrá que ayudar a quienes estén sin trabajo y de manera especial al sector informal que ocupa un amplio espacio en la economía mundial y a los independientes que con su esfuerzo e iniciativa proporciona los mayores ingresos a la economía. Es importante tomar en cuenta que contamos ya con sectores que empiezan a sentir hambre por falta de recursos. No nos olvidemos tampoco de las empresas que emplean a gran número de trabajadores. En fin, no hay que olvidarse de nadie. No expongamos al mundo a saqueos y vandalaje. Desde ya se deben tomar las medidas convenientes para no agravar el futuro. Es decir, señores político, llamen a los que saben y eso urgentemente, que el tiempo y la Pandemia no esperan.