Fue causado por un error de actualización de CrowdStrike
Usuarios y empresas de diferentes industrias esenciales alrededor del mundo, incluyendo la bancaria, aeronáutica, medios de comunicación y el sector salud, se recuperan del “mayor apagón informático” de la historia, luego de una falla en el sistema Microsoft Windows provocada por una actualización de la empresa CrowdStrike.
El apagón fue causado por un error en una actualización de un software de CrowdStrike -una compañía de ciberseguridad con sede en Austin (Texas)- para el sistema operativo Windows 10 que llevaba a los equipos a quedar atascados en la llamada “pantalla azul de la muerte”, según explicó en X George Kurtz, director general de la empresa.
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El experto de ciberseguridad Troy Hunt, responsable del popular portal sobre ciberseguridad y estado de redes online HaveIBeenPwned, aseguró que la dimensión global de la caída representó “el mayor apagón informático de la historia”.
El fallo de Microsoft provocó incidentes en el registro de pasajeros, errores en las conexiones de redes y en los sistemas de información de aerolíneas en todo el mundo, que dejaron en tierra a sus usuarios al modificar miles de vuelos de forma masiva.
Las principales aerolíneas del mundo, incluidas American Airlines, Delta y United, cancelaron o retrasaron vuelos a nivel “global”, provocando largas filas en los aeropuertos. En Estados Unidos, el apagón tuvo un impacto masivo, especialmente en el sector de la aviación y la logística. Más de 31.000 vuelos se retrasaron y alrededor de 3.600 fueron cancelados.
En Europa fueron varios los aeropuertos afectados. Es el caso del de Heathrow en Londres, uno de los de mayor tráfico, que implementó planes de contingencia para minimizar el impacto en los viajes. También se vieron perjudicados los aeropuertos de Luton, Gatwick, Stansted, Edimburgo y Manchester en Reino Unido, Roma, Schiphol (Países Bajos), Berlín, Zurich (Suiza) o Cracovia (Polonia).
En Latinoamérica, países como Argentina, Panamá, República Dominicana, Perú, Honduras y Chile experimentaron una afectación mínima, y sus aerolíneas nacionales e internacionales, con contadas excepciones, reportaron normalidad en sus operaciones.
En el sector salud en EE. UU., instituciones como el sistema médico Kaiser Permanente y varios hospitales en Houston enfrentaron interrupciones en el acceso a la información de los pacientes, lo que resultó en cancelaciones de citas y demoras en procedimientos críticos como los trasplantes.