Por Ricardo Sánchez Serra
Desde el momento que se creó el Lugar de la Memoria (LUM) ya me olía a rojería y que iba a ser utilizado para tergiversar la historia. Esa distorsión era un secreto a voces. Bastó que el general Edwin Donayre se disfrazara y grabara la explicación de la guía para destapar el menoscabo que se hacía a las Fuerzas Armadas y policiales en la lucha contra el terrorismo.
Ese vocablo “guerra interna” para ilustrar los años en que el Perú, el Estado peruano, luchaba contra los terroristas de Sendero Luminoso y el Movimiento Túpac Amaru, es la deformación de la historia. Además que se pretende igualar el accionar de las fuerzas del orden con las manifestaciones terroristas.
Las Fuerzas Armadas y policiales salvaron a la Patria, esto debe quedar muy claro. Debe incluirse en los textos escolares sin ambigüedades. Los padres o abuelos deben hacer el trabajo en casa de ilustrar cómo fueron los años que vivieron, en que el Perú estuvo bajo el terror comunista: cortes de luz y agua, secuestros, asesinatos, etc.
El nuevo líder de la izquierda y próximo cardenal, Pedro Barreto, ya dijo que hay que recordar con aprecio el LUM, pero no el LUMpen como ahora, sino reformado, reestructurado, que no falsee la historia.
El LUM (¿abreviatura de Sendero LUMinoso?) debe ser intervenido para evitar que en su sede se haga propaganda al terrorismo. Entre los guías deben contratarse hijos o hermanos de las víctimas del terrorismo e incluso personal de las Fuerzas Armadas.
Las Fuerzas Armadas deben construir un museo para recordar lo que hizo el terrorismo. Algo se hizo con respecto al heroico salvataje en la Embajada de Japón, exhibiendo el armamento y la logística de los terroristas emerretistas.
Igual se debe hacer con lo que se capturó a Sendero Luminoso, el daño que hicieron, los asesinatos, las armas que se despojaron en El Frontón. En otros países existe el Museo de la Subversión, en donde se exponen las armas, maletas con doble fondo, Biblias en donde se camuflaban las armas de los terroristas, entre otros. Y la visita debe ser obligatoria de todos los alumnos de colegios públicos y privados.
Embajadores políticos
-Cambiando de tema. El presidente Martín Vizcarra señaló que los embajadores políticos deben regresar. Les dio un plazo de seis meses. Hay que ser claros, todos “pagan pato” por Susana de la Puente, quien se encuentra en Londres, y es solo a ella que deben aceptarle la renuncia. ¿Por qué meter en el bulto a los demás?
Los embajadores Joselo García Belaunde y Álvaro de Soto (España y Francia, respectivamente) son embajadores jubilados y prestigiosos (uno excanciller y el otro asesor de Pérez de Cuéllar en la ONU); igual la destacada historiadora Carmen Mc Evoy, que acaba de abrir nuestra Embajada en Irlanda, o la excelente labor que cumple Luis Iberico al frente de la Embajada en Italia. Ellos deberían continuar señor presidente. Separe la paja del trigo.
@sanchezserra