El pontífice pidió oraciones por los afectados y urgió a gobiernos y empresas a compartir tecnología y tratamientos para enfrentar la emergencia.
El Papa Francisco dedicó su oración dominical del Ángelus a las víctimas de la mpox, una enfermedad que recientemente ha sido declarada una emergencia sanitaria mundial por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde la Plaza de San Pedro en el Vaticano, el pontífice expresó su profunda preocupación por el aumento de casos, en particular en la República Democrática del Congo, donde la situación es crítica.
«Rezo por todos aquellos que han sido infectados, especialmente por la población de la República Democrática del Congo, que ha sufrido tanto debido a esta enfermedad», afirmó el Papa al concluir su tradicional rezo semanal. Además, manifestó su cercanía a las iglesias locales en los países más afectados por el brote.
La mpox, conocida anteriormente como viruela símica, ha experimentado un alarmante repunte de casos debido a una nueva variante más agresiva y contagiosa, denominada clado 1b. La tasa de mortalidad de esta variante se sitúa en un 3,6%, según datos de la OMS. En lo que va del año, el virus ha cobrado la vida de más de 570 personas en la República Democrática del Congo, y su expansión ya se ha registrado en otros países de la región, como Burundi, Kenia, Ruanda y Uganda.
El 14 de agosto, la OMS declaró la mpox como una emergencia sanitaria pública internacional, lo que marca el nivel más alto de alerta global. La organización ha instado a aumentar la producción y distribución de vacunas para contener la propagación del virus.
En su mensaje, el Papa Francisco también hizo un llamado a la cooperación entre los gobiernos y la industria privada. «Animo a todos a compartir las tecnologías y tratamientos disponibles para que nadie quede sin la atención médica necesaria», expresó el líder de la Iglesia católica, subrayando la importancia de la solidaridad y la colaboración en la lucha contra esta emergencia.
El impacto de la mpox no se limita a África. El primer caso en Europa se confirmó en Suecia el 15 de agosto, lo que resalta la necesidad de una respuesta global coordinada. La enfermedad puede transmitirse tanto de animales a humanos como entre personas a través de un estrecho contacto físico, lo que complica su contención.
Lee también:
En este contexto, el Papa Francisco se une a las voces que claman por una acción inmediata y efectiva para mitigar el sufrimiento causado por la mpox y prevenir una mayor propagación de la enfermedad.