Como en otros países, los primeros en ser vacunados fueron el personal de salud y los ancianos, mucho antes que el papa.
El papa Francisco ya había mostrado su postura acerca de vacunarse contra el nuevo coronavirus (covid-19). Su mensaje era claro, no acceder al inmunizante simbolizaría un desapego en cuanto a la responsabilidad social. Es así que, a sus 84 años, hoy 3 de febrero, recibió la segunda dosis de la vacuna Pfizer, tres semanas después de la primera. Este proceso fue realizado en el atrio del aula Pablo VI, que ya había sido acondicionada para esta campaña de vacunación del Estado Vaticano.
La dirección sanitaria y de Higiene de la Ciudad del Vaticano reservó cerca de 10,000 vacunas de compañía farmacéutica Pfizer para su campaña de vacunación, que inició el pasado 13 de enero, cuando Francisco recibió la primera dosis, entre sus cerca de 3,000 empleados y 800 residentes. Como en el resto de países, los primeros en ser vacunados fueron el personal de salud y los ancianos.
El pontífice ya había adelantado que se vacunaría sin algún problema, en una entrevista realizada antes de recibir la primera dosis. «Creo que éticamente todo el mundo tiene que vacunarse. Es una opción ética porque concierne a tu vida, pero también a la de los demás», manifestó para ese entonces Francisco