Sumérgete en la historia detrás del pavo al horno en Navidad
En el corazón de las celebraciones navideñas en diversos países de América y Europa, incluyendo el Perú, el protagonista indiscutible de la mesa de Nochebuena es el pavo al horno. Acompañado de ensaladas, arroz, papas sancochadas o puré de manzanas, el pavo ha conquistado nuestras mesas, pero ¿cuál es el origen de esta deliciosa tradición?
La historia nos lleva hasta los tiempos de los aztecas, quienes, aunque no celebraban la Navidad, tenían una festividad importante durante el solsticio de invierno llamada Panquetzalizlit. En esta celebración, conmemoraban la victoria del dios Huitzilopochtli sobre la diosa de la luna. Aunque ya consumían pavo en esa época, no era destinado a celebraciones.
La llegada de los conquistadores españoles llevó esta tradición a Europa, donde el pavo fue introducido y renombrado como «gallina de Indias». Con el tiempo, adoptó el nombre actual, «pavo», debido a su parecido con los pavos reales asiáticos ya conocidos.
En América y Europa, la preferencia por el pavo en las festividades navideñas se debe a su gran tamaño y a su rápido tiempo de engorde en comparación con otras aves. Con un peso aproximado de 10 kilos, estos pavos son capaces de abastecer a toda una familia en la cena de Navidad, y sus sobras dan origen a las tradicionales recetas a base de pavo que disfrutamos en los días siguientes.
En el Perú, el pavo al horno es una delicia que se hornea durante dos horas y se adereza con una salsa hecha a base de ají colorado, ajos, limón y mantequilla. Algunos preferirán incluso la exquisita salsa oriental para realzar el sabor de esta carne festiva.
Así, el pavo en Navidad se erige como un vínculo culinario entre continentes, recordándonos que las tradiciones gastronómicas tienen el poder de cruzar fronteras y unir a las familias en torno a una mesa festiva durante esta época del año.