Uva pisquera solo crece en Perú, confirma estudio científico
El Pisco es la bebida emblemática de nuestro país y poco a poco ha logrado un lugar destacado en la escena internacional. Su origen radica en el valle de Ica; gracias a su suelo, clima, relieve y sedimentos únicos, este valle proporciona el ambiente ideal para el cultivo de las uvas pisqueras.
Esta afirmación es respaldada por un estudio científico pionero dirigido por Cristina Cereceda, especialista del Instituto Geológico, Minero y Metalúrgico (INGEMMET), en colaboración con ingenieros geólogos y agrónomos.
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El trabajo de campo se realizó en dos viñedos de la región iqueña, entre ellos Tacama, el viñedo más antiguo de Sudamérica y el epicentro de la investigación denominada “Geología del Pisco”. El estudio geomorfológico, expuesto en un libro homónimo, se centra en el principal productor de uva pisquera en Perú, abordando el análisis de los elementos naturales y climáticos que inciden en el cultivo.
La región de Ica es la principal productora de uva pisquera en Perú, en particular el valle de Ica, que abarca más del 65% de hectáreas del total de la región, según Vingerhoets (2015). Esta región ha albergado extensos viñedos desde la época colonial.
La investigación, que comenzó en 2017, reveló que hace 2.6 millones de años, un proceso geológico tectónico moldeó el distintivo relieve del valle de Ica.
Este fenómeno es crucial en la formación del clima, al influir en el flujo de masas de aire y definir las condiciones para el crecimiento de las uvas. Además, la alta radiación solar y la escasa precipitación en la zona son esenciales para la singularidad de los sabores y aromas de las uvas.
El libro “Geología del pisco” señala que las uvas necesitan cinco elementos esenciales para su crecimiento: nitrógeno, potasio, fósforo, calcio y magnesio. El suelo del valle de Ica, sorprendentemente, contiene estos elementos en proporciones ideales, otorgando a las uvas características inigualables.