Los creadores de contenido culturales se empiezan a apoderar de las redes sociales y comienzan a trazar un nuevo rumbo en la era digital.
“Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo”, una frase con gran recorrido, acuñada, en primera oportunidad, por el filósofo español Jorge Agustín Nicolás Ruiz. Esta expresión encierra más que aquella idea del eterno estudio de la civilización, nos dice que el conocimiento otorga libertad, y ello, sabemos, es un bien invaluable. No obstante, como sociedad, hemos tendido a ponerle valor económico a casi todo, haciendo de lo “corto” el mejor escape hacia el libertinaje. Nos cuesta adentrarnos en un material audiovisual propiamente culto que dure más de dos horas, pero podemos mantenernos esas dos horas viendo diferentes contenidos de 1 minuto.
Este nuevo ciudadano “multitasking”, trajo consigo un enorme desapego hacia el conocimiento cultural jamás antes concebido. Pero, ¿No tenemos acaso alguna opción? Donde podamos aprender sobre uno o varios temas relevantes, al mismo tiempo que nos ajustamos a los requerimientos actuales. Las hay, y casi por obligación, lo que en primera instancia parecía algo utópico hoy rinde frutos y atrae a un nuevo movimiento que cada vez se encuentra mejor establecido.
Hoy los creadores de contenido culturales ya tienen un espacio muy bien ganado que sigue en continuo crecimiento. Y claro está, se encuentran en todas las plataformas tratando de incentivar a un público que, ahora, parece comprender el trasfondo de una nueva interculturalidad virtual. La propuesta suele variar, historia, ciencia, curiosidades, ajedrez, o alguna materia en específico. Encontramos una nueva fila de oportunidades para acrecentar nuestro conocimiento, de manera amena, divertida y en la mayoría de casos “corta”. Asimismo, uno de los pilares que mueve este útil compendio, es la capacidad de los creadores de llevar a su público, hacia la investigación del tema de una manera más profunda.
Al adentrarnos en el mundo de YouTube es posible chocarnos con videos de temáticas un tanto facilistas, pero con títulos atrayentes, ritmo veloz y, sobre todo, con millones de visitas. Antes, ello era lo que personas anteriores a esta era digital suponían solo encontrar. Sin embargo, nuestra versatilidad ya nos permite observar, doctores, antropólogos, científicos, políticos, deportistas, entre otras personalidades y profesionales reconocidos, haciéndose paso para sobresalir entre el resto bajo sus propios resúmenes de temas altamente complejos explicados de manera breve y concisa. Estos mismos creadores de contenido compiten con sus contemporáneos que, también cuentan con millones de visitas y subscripciones a sus canales, libres o de paga.
Es posible vivir de cualquier red social o de su conjunto y, a la vez, contribuir a la sociedad por medio de nuestras propias convicciones y creencias. Esto es lo que plantea este nuevo movimiento, sin dejar de lado un “triple esfuerzo” pero sí dejando un gran conocimiento comprobable y noble, los creadores de contenido culturales prometen haber llegado para quedarse y, mejor aún, para mejorar nuestro estilo de vida, y nuestro sentido de crítica y análisis. Un nuevo modelo social presente en la era digital ahora ya es tomado como una obligación de adaptarse, empresas y organismos gubernamentales no solo empiezan a profundizar en esta área, ahora los creadores de contenido culturales son contratados y mejor valorados.