Como es de esperar, el grupo rebelde de Polisario acaba de sufrir un nuevo retroceso jurídico en Francia después de la sentencia del Tribunal de Tarascón contra una organización sindical francesa usada en acoso judicial contra el acuerdo agrícola entre el Reino de Marruecos y la Unión Europea.
A pocas semanas del revés infligido por el Alto Tribunal de Londres, el Tribunal de Tarascón (Francia) dictó a su vez, el 14 de junio 2023, una decisión judicial en la que condena a la Confédération Paysanne- sindicato agrícola francés conocido por su alineamiento con las tesis del “polisario”. La Confédération Paysanne está detrás del hostigamiento legal del acuerdo agrícola en Francia.
Los hechos remontan al mes de abril de 2014, cuando la Confédération Paysanne inició una acción judicial ante el Tribunal de Comercio de Tarascon contra la empresa IDYL, una empresa especializada en la comercialización de frutas y hortalizas provenientes de Marruecos, incluidas las Provincias del Sur.
La acción de la Confédération Paysanne pretendía prohibir a esta empresa distribuir estos productos y condenarla a la justicia (sanciones y daños por supuestos daños sufridos). Ante esta acción judicial, la decisión del Tribunal repudió completamente la Confédération Paysanne en toda la línea, dando razón a la Compañía IDYL.
Esta última empresa logró exponer durante el juicio que la acción legal iniciada en nombre de la Confédération Paysanne, es en realidad solo la acción de una minoría no representativa de la Organización, y que de todos modos no tiene legitimación para iniciar un proceso judicial.
Mas allá de los aspectos de procedimiento, algunos dirigentes de la Confédération Paysanne no dudan en sobrepasar los reglamentos de la organización, con un solo objetivo que es llevar acabo un activismo político hostil a Marruecos. En una verdadera negación de la democracia, secuestraron a las autoridades legítimas de la Confédération Paysanne y violaron la voluntad de sus miembros.
En efecto, la empresa IDYL argumentó que la acción legal de la Confédération Paysanne no era admisible porque estaba sujeto a prescripción de plazos reglamentarios. El Tribunal falló a favor de IDYL, dictaminando que el plazo de prescripción efectivamente había pasado. Esto confirma que los objetivos de la Confédération Paysanne eran el activismo político hostil y no la acción legal legítima.
Sobre esta base, el Tribunal condenó a la Confédération Paysanne, otorgando así una victoria legal a IDYL, que estigmatizó las manipulaciones realizadas por ciertos relevos del «Polisario», en interés de partidos conocidos, y por puramente razones políticas.
En efecto, esta condena de la Confédération Paysanne por la Corte de Tarascon es una nueva derrota para los círculos hostiles a Marruecos. La Confédération Paysanne (a la que pertenece el activista José Bové) ha demostrado reiteradamente su hostilidad y su dogmática alineación con las tesis del «Polisario».
Al atacar el acuerdo agrícola, la Confédération Paysanne no buscaba hacer valer los llamados derechos, sino simplemente explotar, por puro oportunismo, una controversia artificial provocada por el Polisario.
Cabe mencionar en este ámbito que la sentencia judicial sólo confirma la verdad y conforta a Marruecos en su derecho, y también confirma, una vez más, la legitimidad de la acción del Reino de Marruecos en sus provincias del sur y la conformidad del desarrollo de los recursos naturales con la legalidad internacional.
La sentencia del Tribunal coincide con la posición que siempre ha expresado Marruecos sobre la legalidad indiscutible de los Acuerdos celebrados con sus socios internacionales y la necesidad de garantizar su seguridad jurídica. Por ende y para el Reino, la sentencia de la Corte de Tarascón es satisfactoria. No reconoció a la Confédération Paysanne ningún derecho con respecto al desarrollo económico de las provincias del sur.
De esta manera, el Tribunal no se dejó arrastrar por la trampa tendida por la Confédération Paysanne y se negó a comentar sobre el fondo del caso. Con este juicio, la Confédération Paysanne es interpelada y devuelta a su verdadera dimensión.
Por otro lado, las relaciones económicas entre Marruecos y la UE en los sectores agrícolas se ven favorecidas por la historia y la proximidad geográfica, que hacen de sus respectivos mercados oportunidades de primer rango para los productos marroquíes y europeos. Desde la entrada en vigor del acuerdo, se ha aplicado con un enfoque de beneficio mutuo, como lo confirman los diversos informes elaborados por la Comisión Europea.
Además de cumplir con el derecho internacional y el derecho europeo, la decisión de la Corte de Tarascon confirma una línea de fondo y consolida la jurisprudencia establecida hace solo unas semanas por el Alto Tribunal de Londres. Este último había destituido efectivamente al «Polisario» y confirmado irrevocablemente la legalidad de los acuerdos concluidos por Marruecos y que cubrían sus provincias del sur.