El Sáhara marroquí: una revolución sin precedentes en términos de desarrollo

La Marcha Verde y el desarrollo de la región del Sáhara

por | Nov 10, 2021 | Internacional

La Marcha Verde y el desarrollo de la región del Sáhara

“Los países que apoyan los esfuerzos de la ONU, en pleno respeto al Derecho Internacional, son los que han optado por una neutralidad constructiva con respecto al asunto del Sáhara”, afirma el embajador del Reino de Marruecos, Amín Chaoudri, en esta entrevista con motivo del aniversario de la Marcha Verde.

¿Qué significa la celebración del 46 aniversario de la Marcha Verde?

Como cada año, el Reino de Marruecos celebra, el 6 de noviembre, el aniversario de la Marcha Verde, una gloriosa gesta pacífica que permitió recuperar nuestras Provincias del Sur y continuar con el proceso de la independencia del Reino fragmentado en el tiempo, por motivos estrictamente históricos.

Este hito patriótico, que cumplió sus 46 años, se produjo justo después de que la Corte Internacional de Justicia de La Haya confirmara la existencia de vínculos legales y lealtad entre los sultanes de Marruecos y las tribus saharauis. Una confirmación que respondió a una solicitud formulada, el 13 de diciembre de 1974 por Marruecos, durante la ocupación por España del Sáhara marroquí.

En su dictamen del 16 de octubre, el Tribunal de Justicia dictaminó que el Sáhara nunca ha sido «terra nullius» (tierra sin dueño) y que confirmó la existencia de vínculos históricos y relaciones políticas, religiosas y espirituales entre las tribus del Sáhara y los sultanes de Marruecos.

«El mundo entero ha reconocido que el Sáhara ha sido marroquí durante mucho tiempo, el mundo entero ha reconocido que hay vínculos entre Marruecos y el Sáhara que sólo han sido alterados por el colonizador», dijo el difunto Soberano Hassan II, destacando que «sólo nos queda emprender una marcha pacífica del norte al sur para llegar al Sáhara y reencontrarnos con nuestros hermanos».

En definitiva, la celebración del 46 aniversario de la Marcha Verde es una oportunidad para reafirmar un conjunto de verdades y conclusiones en torno a este conflicto artificial, creado por los enemigos de la integridad territorial de mi país, y señalar que estas conclusiones confirman que el Sáhara es parte integrante de la identidad política, cultural y social del Reino.

Hoy en día, bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey Mohammed VI, el Sáhara marroquí ha experimentado una revolución sin precedentes en términos de desarrollo que abarca a muchas áreas, desde la agricultura, la industria, la infraestructura, la formación y otros aspectos movilizando fondos por alrededor de 8 mil millones de dólares.

¿Cuál es la situación actual en el Sáhara en términos de desarrollo e infraestructura y vida política?

Actualmente, la región del Sáhara es considerada la más estable y próspera del norte de África, gracias al nuevo modelo de desarrollo lanzado por Su Majestad el Rey Mohammed VI en el año 2015.

Basado en proyectos de gran envergadura, el nuevo modelo permitirá a la región posicionarse como un polo económico e industrial y convertirse en un espacio de cooperación e integración con los demás países africanos.

La construcción en marcha del puerto de Dakhla atlántico, gigantesco proyecto con un presupuesto de alrededor 1.400 millones de dólares, el proyecto de autopista expresa de Tiznit-Dakhla, la creación de unidades industriales, polos tecnológicos, universidades, una central eólica y solar, una unidad de desalinización de agua, presas, entre otros, son algunos de los proyectos que, hoy en día, reflejan la inversión continua de Marruecos en sus Provincias del Sur.

Se trata de una verdadera hoja de ruta para el impulso de diversos proyectos socioeconómicos con la finalidad de allanar el camino para una regionalización avanzada y una gobernanza local en consonancia con las expectativas de las poblaciones y las especificidades de la región del Sáhara, en beneficio directo de todos sus ciudadanos.

Desde la recuperación de nuestras Provincias del Sur, por cada ingreso de 1 dólar, el Estado marroquí invierte de 7 hasta 9 dólares, como parte de la solidaridad entre sus regiones. Con respecto a los indicadores de desarrollo humano en la región, en 1975 fueron 6 % más bajos en comparación con las regiones del norte de Marruecos y 51 % más bajos que el promedio nacional en España. En la actualidad, los indicadores del Sáhara superan, nítidamente, el promedio de las otras regiones de Marruecos y del vecindario.

Por otra parte, cabe destacar que la población del Sáhara marroquí participa regularmente en la vida política, económica y sociocultural del país. El 08 de septiembre del 2021, los ciudadanos saharauis participaron en las elecciones legislativas nacionales que tuvieron lugar en un ambiente democrático, libre y transparente. De hecho, la población del Sáhara marroquí ha registrado la tasa de participación más alta a nivel nacional (70 %) y ha elegido a sus verdaderos y legítimos representantes en el parlamento marroquí.

¿Qué lectura hace usted de la última Resolución del Consejo de Seguridad sobre el Sáhara?

Marruecos es un país que aboga por la paz y la estabilidad, así como por la solución pacífica de los diferendos mediante el diálogo y en base al respeto de los principios del Derecho Internacional.  Y es en este sentido que mi país se ha felicitado de la adopción de la Resolución 2602 sobre el Sáhara marroquí y que prorroga por un año el mandato de la MINURSO, al tiempo que consagra la preeminencia de la iniciativa de autonomía propuesta en 2007 por Marruecos cómo única solución realista para resolver este conflicto artificial.

A pesar de las consecutivas maniobras llevadas a cabo por los enemigos de la integridad territorial de mi país, la comunidad internacional, a través del Consejo de Seguridad y 13 votos a favor, confirmó que las mesas redondas, son el único mecanismo para gestionar el proceso de negociación.

Uno de los puntos más importantes de la resolución es que el Consejo de Seguridad ha reiterado que el objetivo final del proceso político es alcanzar una solución política, realista, pragmática, sostenible, mutuamente aceptable y basada en la avenencia. Es en este sentido que confirmó, en su 18ª resolución consecutiva, la preeminencia y la credibilidad de la iniciativa marroquí de autonomía, como una solución última y definitiva a este contencioso regional.

Además, el Consejo de Seguridad expresó su profunda preocupación por la ruptura del alto el fuego por parte del grupo separatista armado, el Polisario, así como por sus obstrucciones a la libertad de movimiento de la MINURSO que comprometen peligrosamente el mandato de los cascos azules para supervisar el alto el fuego sobre el terreno.

En este marco, la última resolución puso al descubierto las mentiras y falacias del grupo separatista y su mentor sobre una supuesta guerra, al informar de la tranquilidad y la normalidad que caracterizan la vida de los ciudadanos de las Provincias del Sur, y los progresos en materia de infraestructuras y de desarrollo logrados gracias a la inversión continua del Gobierno marroquí.

Asimismo, la resolución destacó varios logros diplomáticos de mi país, particularmente la irreversibilidad de la operación pacífica llevada a cabo por las fuerzas reales marroquíes en el puesto fronterizo de El Guerguerat para restablecer la libre circulación de personas y mercancías, el reconocimiento por parte de Estados Unidos del carácter marroquí del Sáhara y la apertura de los consulados de varios países amigos de Marruecos en las ciudades de las provincias del sur, entre otros.

¿Cuáles son sus perspectivas en torno a la culminación de este proceso?

En primer lugar, el proceso político en curso no es una finalidad, sino un mecanismo para llegar a una solución definitiva al conflicto regional. Y es por ello, que el Consejo de Seguridad confirmó la continuidad del proceso de las mesas redondas con sus modalidades y sus cuatro participantes, que son Marruecos, Argelia, Mauritania y el frente Polisario, como único marco para el arreglo del diferendo regional sobre el Sáhara marroquí.

Por otra parte, las evoluciones positivas que conoce esta cuestión, vienen a consolidar aún más el interrumpido desarrollo que viven las Provincias del Sur de Marruecos.

Nuestra postura está muy clara. Como subrayó Su Majestad el Rey Mohammed VI en su último discurso dirigido a la nación con motivo de la celebración del 46 aniversario de la Marcha Verde y cito: “Para Marruecos, el Sáhara no puede ser objeto de negociación. La marroquidad del Sáhara jamás se planteó ni se planteará algún día sobre la mesa de las negociaciones”.

Marruecos negocia para alcanzar una solución pacífica y realista a este artificial conflicto que frena la integración en la zona del Magreb. Sobre esta base, mi país se aferra al proceso político de las Naciones Unidas.

Hoy, son 24 países que han inaugurado sus representaciones consulares en las ciudades de Laayún y Dajla, confirmando de manera clara y sin rodeos el amplio apoyo a la integridad territorial de Marruecos. La potencia mundial Estados Unidos, reconoce la soberanía total del Marruecos en la región del Sáhara y apoya la propuesta de autonomía que hemos presentado. Marruecos aboga para alcanzar un mayor desarrollo y prosperidad, en el seno de la unidad y la estabilidad de los cinco pueblos del Magreb.

He de resaltar también, un punto muy importante del mensaje de Su Majestad el Rey Mohammed VI, en el cual el soberano expresó “su consideración a los países y agrupamientos con los que Marruecos tiene establecidos acuerdos y asociaciones, y para los cuales las Provincias del Sur son parte indivisible del territorio marroquí”, poniendo de relieve que “para aquellos que sostienen posturas indefinidas o dobles, el Reino no dará con ellos ningún paso económico o comercial que no incluya el Sáhara marroquí”.

Gracias a la visión ilustrada de Su Majestad el Rey Mohammed VI, el Sáhara marroquí es ahora una región segura, estable, moderna, orientada hacia el futuro y anclada en su herencia cultural y tradición ancestral.

En definitiva, Marruecos no ha dejado de expresar su disposición a seguir cooperando con las Naciones Unidas en el marco de los esfuerzos de su secretario general para alcanzar una solución política realista, pragmática y duradera, basada en el compromiso, en el pleno respeto de la soberanía de Marruecos y de su integridad territorial.

¿Cuál es su evaluación en relación con las posiciones de los países de la región de Latinoamérica sobre la Cuestión del Sáhara?

En general, la mayoría de los países de la comunidad internacional, en pleno respeto al Derecho Internacional, han optado por una neutralidad constructiva con respecto a este conflicto de otra época y que no hace más que perdurar. Estos países apoyan los esfuerzos realizados en el marco de las Naciones Unidas, con miras a alcanzar una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable, de acuerdo con los principios y objetivos de la ONU.

En la región latinoamericana, tenemos muchos países amigos, que más allá de las ideologías de sus gobiernos y sistemas políticos vigentes, expresan ante la ONU su apoyo a los esfuerzos del enviado personal del secretario general para lograr poner fin a este conflicto artificial. Muchos países latino-americanos elogian los esfuerzos de Marruecos por mantener la paz y la estabilidad en esta región, que todos saben se enfrenta a bastantes desafíos de seguridad, como lo son el terrorismo, la trata de personas y el narcotráfico.

Colombia, Chile, República Dominicana, El Salvador, entre otros, expresaron en las Naciones Unidas su apoyo a la integridad territorial de Marruecos y a la iniciativa de autonomía para el Sáhara como una solución duradera y realista al diferendo regional.

Otros países, como Brasil y Argentina nunca han reconocido a la autoproclamada Rasd y mantienen una posición de Estado sobre este tema.

Inclusive países con ideologías de izquierda radical como Bolivia, Venezuela o Cuba, abogaron durante las sesiones de la Cuarta Comisión de la ONU, por una solución pacífica, justa, duradera y mutuamente aceptable al diferendo regional sobre el Sáhara.

Hasta la fecha, más de 160 países no reconocen a la autoproclamada Rasd. Por otro lado, solo unos treinta países mantienen su reconocimiento de esta entidad por consideraciones puramente ideológicas heredadas de la época de la guerra fría. Tales decisiones son, en muchas ocasiones, subsanadas tras conocer la propaganda engañosa y maliciosa del Polisario, que carece de la verdad y de toda lógica política o histórica.

Cabe subrayar que ni la Unión Europea, ni la Liga de los Estados Árabes, ni la Organización de la Conferencia Islámica (OCI), ni los cinco miembros del Consejo de Seguridad (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia), nunca han reconocido esta entidad fantasma llamada Rasd.


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