Por: Phillip Butters
Al menos son 524 distritos en Costa, Sierra y Selva los que van a sufrir huaicos y lluvias terribles, los que van a poner en riesgo la vida y salud de muchísimos peruanos.
Al cierre de esta edición ya han muerto 50 connacionales por los huaicos incontrolables, los desbordes de los ríos y quebradas, por el azote de la madre naturaleza, que ciertamente es incontrolable, pero que era perfectamente previsible.
Recordemos que cuando asume Martín Vizcarra el año pasado, lo primero que hizo fue criticar a su exjefe PPK por la lentitud en los trabajos del Fenómeno del Niño Costero. Es más, viajó a Piura y dijo que estaban al 10%, cosa que para él era una vergüenza.
Como ingeniero y exautoridad en el gobierno de Moquegua dijo que iba a poner todos sus apremios para que esto se solucione. Bueno, han pasado más de 11 meses y lo único que Vizcarra sabe hacer es demagogia. Y en el colmo, se ha ido de paseo una semana a Europa (y lo hace acompañado de Maritza García, la ‘avenger’ de Kenji, Leyla Chihuán, ¿ex Fuerza Popular?, Alberto de Belaunde, ayayero número 1, y Pancho Petrozzi, ¿futuro ministro de de cultura?).
En teoría, dicho periplo es para mejorar la imagen del Perú., pero pregunto ¿la imagen del país no es la que tiene que solucionarse acá? Solamente por el tema del Fenómeno del Niño Costero se demuestra que su gobierno no tiene ningún tipo de Norte, y no me refiero únicamente al tema de la brújula sino al tema de la gobernabilidad.
El propio ministro Villanueva no sabe qué responder cuando se le pregunta sobre su política de salud pública, de Educación o de seguridad ciudadana. Simplemente divaga y dice que bajan en las encuestas por un tema de gravedad.
Todas las encuestas recién se comienzan a dar cuenta que el presidente está bajando de a puchos, de a 5, de a 6, cosa que considero un insulto a la inteligencia, no solo de la gente del Norte sino de todos, como los que están leyendo en este momento LA RAZÓN y están repletos de agua en plena Carretera Central, en Chosica, en Huaycoloro, en Chaclacayo.
Esa gente requiere respuestas. ¿Hasta cuándo va a durar el cuento del referéndum, del JNJ –ex CNM-, de la reelección congresal, del Senado, de la reforma política?
¿Cuánto tiempo más vamos a vivir con el cuento de las encuestas de humo que lo único que hacen es mentirle a la gente? Los sondeos se preocupan por Concepción Carhuancho, por José Domingo Pérez, por Vizcarra, pero ¿quién se preocupa por la gente? Nadie. Obviamente, la prensa concentrada, tampoco.
Ni el grupo El Comercio, ni RPP, ni La República, ni todos los ayayeros del gobierno se preocupan por decirle a la gente la verdad. Simplemente se le maquilla.
Lunarejo
De otro lado, ha pasado desapercibido que Fernando Zevallos, el narco más importante de la historia del Perú, conocido como ‘Lunarejo’ y quien fuera dueño de Aerocontinente, la empresa monopólica del transporte aéreo por más de una década en los 90, ha sido condenado a 27 años de prisión junto con su hermana, la muy conocida Lupe Zevallos, por lavado de activos.
Llama la atención que esto haya sido soslayado por la gran prensa, habida cuenta que Zevallos era dueño del oligopolio del aire en el Perú. Todos los canales de televisión tenían canje con él, todos los políticos viajaban con sus familias en sus naves, todos estaban en los aniversarios de Aerocontinente.
Este escándalo fue el Lava Jato de la época. Recuerdo que en ese momento trabajaba en Canal N y ellos auspiciaban el Campeonato Nacional de Fútbol y se daban el lujo de decir por escrito a toda la prensa que cuando quisieran viajar, solo tenían que avisar para treparse al avión a Miami, a Los Ángeles o al futuro vuelo entre Los Ángeles y Tokio que iba a realizar la aerolínea.
El suscrito jamás se subió a ese avión porque no me gusta vivir del regalo ni de la prebenda, pero me pongo a pensar a cuántos políticos les gustaría que les pasen los videos de la época, bailando Meneito, Salserín o Natusha de la mano de Lupe Zevallos, que era la reina de los cielos del Perú.
El señor Zevallos ha pasado a la historia como el más grande narco del Perú y lo más alucinante es que la noticia de su condena sale chiquitita en los periódicos. ¿Por qué será? La conciencia de tanta gente que vivió de su mano.
George Forsyth
Como lo he dicho y escrito en varias ocasiones, no solamente en estas líneas sino en mi programa Combutters y el noticiero PBO que transmito por Willax, a mí me cae de lo más bien Harold Forsyth y su hijo, el gringo Forsyth, el popular ‘Ken’.
Este muchacho, que es una persona simpática y bastante educada, nunca llegó a ser un arquero regular, ni siquiera fue un arquero mediocre, fue simplemente un mal arquero que no pudo destacar.
No trascendió en Alianza Lima y menos en la Selección peruana, donde tuvo una que otra presentación cuando era juvenil. En buen romance, nunca llegó a ser un arquero. Después se quiso vender como empresario y tampoco lo fue.
Ciertamente, su muy mediático romance con Vanessa Terkes hizo que volviera a salir en los periódicos y lo usó para salir alcalde de La Victoria. Una vez en el municipio se ha dedicado a salir por calles y plazas como el abanderado de la seguridad ciudadana, se ha paseado disfrazado de Urresti por todos los canales y ha dado cualquier cantidad de notas, con y sin chaleco antibalas, con gorrito, en Gamarra, en el cerro El Pino hablando de seguridad ciudadana como si fuera un especialista.
Como es obvio, no tiene ni dos meses como alcalde y no posee logro alguno. Además, ha contratado a la señorita Susel Paredes, que tiene un rosario de fracasos, en la Municipalidad de Lima, de Magdalena, de San Isidro y ahora en La Victoria.
Digo esto porque me acaba de llegar un video de Susel Paredes atorada en Gamarra, en donde dice que van a luchar contra las mafias y los ambulantes. Ojo que ella y el gringo prometieron sacar a los ambulantes de Gamarra, pero eso fue una promesa repleta de demagogia. Ahí están las imágenes, que no mienten.
Un cabal ‘vende humo’ el chico Forsyth. Y ya hay gente que le dice que puede ser alcalde de Lima y hasta presidente de La República. Ahí está uno de los muchos males de la caviarada y su prensa afín, que de la nada inventan a alguien.
Sería bueno que el señor Forsyth por primera vez en su vida comience a tener logros reales y no fruto de la prensa ni de las relaciones de su padre, que –repito- es un diplomático de alta talla, muy simpático y culto, pero uno no puede vivir del nombre del padre, como Augusto Rey, que uno no sabe de qué vive.
Este señor llegó de la mano de Villarán y le regalan una chamba de columnista, una beca, un trabajo en la Municipalidad, y hasta fue candidato por Acción Popular a una curul que se la consiguió ciertamente Vitocho García Belaunde, familiar del susodicho.
Ahora tienen el cuajo de criticarlo a él por cuestionar el acuerdo con Odebrecht, que es perfectamente mejorable. Claro que hay que investigar Vías Nuevas de Lima, donde Augusto Rey -el recomendado, como Forsyth- está metido hasta el cuello. Sin embargo, se despercude, se hace el loco y critica. Así es la vida de los caviares. Siempre venden humo.