Y como no sangraba optaron le hicieron cortes en otras partes del cuerpo
La empresaria de gimnasios, Jackeline Janina Salazar Flores, que permaneció secuestrada por 11 días en manos de una banda de hampones y fue liberada por efectivos policiales sin haber pagado un sol de los S/2 millones que pedían a cambio de su libertad, hizo un desgarrador testimonio a los policías que la liberaron de los dramáticos momentos que vivió en manos de una peligrosa banda de plagiarios.
Su testimonio fue publicado en la página on line de la Policía Nacional.
Destacó que los delincuentes hicieron el intento de cortarle un dedo de su mano derecho para enviarlo a su familia como una forma de presionar para el pago del rescate que solicitaban. “(El delincuente “Cheto”) me metió al baño y comenzó a cortarme el dedo y en la primera cortada dijo que no salía sangre y tenía que cortar más. Luego, me cortó la frente y el cuero cabelludo. Comenzaba a tomarme fotos y me grababa videos», señaló.
Recordó que durante sus días de cautiverio, la obligaban a grabar videos y mandar audios para presionar a su padre a realizar el pago por su liberación. «Seguía mandando audios a mi familia, me pegaban antes, durante y después de la grabación. El tal «Chetos» era quien siempre traía la comida: el almuerzo era a las 4 de la tarde aproximadamente y en la noche traía jugo con pan», dijo.
“Creía que era un robo”
La joven empresaria narró a los policías que la liberaron que el día que fue interceptaba pensaba que querían robarse su carro y que ella les dijo que si quieren el carro que se lo lleven. “Abrí la puerta y salí. Y, es ahí que me agarran y me quieren meter al carro y puse presión. Empecé a gritar, pensando que alguien haga algo para ayudarla», indicó,
Días antes, sin imaginar que iba a ser víctima de un plagio, le comentó a su novio que una moto usualmente se estacionaba en la esquina de su casa, sin imaginar que estaba siendo espiado.
Según ha sido posible reconstruirlo, una minivan y una moto lineal siguieron el pasado 13 de mayo a la joven empresaria desde que salió del gimnasio en Comas hasta la Panamericana Norte en Los Olivos.
«Una van me cierra y lo único que pensé es tocar el claxon. Se bajan 3 hombres con chalecos de policía, apuntando con pistola, me meten a la van con golpes y me decían: que priorice mi vida. Me llevaron al asiento de atrás y ahí estuve todo el tiempo, apoyada mi cabeza en el piso del carro», narró la empresaria.
“Yo solo rezaba”
«Yo solo rezaba en ese momento, hubo un bache muy fuerte y tuve un golpe muy fuerte en la cabeza. Eso hizo que yo no recuerde exactamente lo que pasó después de eso. Sentí que me llevaron a un lugar, era una casa y comenzaba a perder el conocimiento y me tomaban fotos», precisó.
Mencionó que el hampoón Bryan Yomona Quezada, alias ‘Narizón’, se encargaba de custodiarla. «Recibía llamadas de alguien y me obligaba a mandar audios. Me hicieron (…) todo lo que tenía que decir, porque sabían que mi familia estaba negociando».
El rescate
La empresaria contó que los secuestradores le dijeron que pronto la iban a entregar a su familia liberación. «De la nada comenzó a amarrarme más… Comencé a escuchar bulla y tenía miedo. Cuando escuché decir «¡Policía!», intenté sacarme todo lo que tenía y me saqué las zapatillas porque tenía cinta y con miedo me acerco a la puerta y la empujo porque tenía las manos atadas. Veo a un hombre de negro y luego me abrazan todos y me dicen que esté más tranquila.
Según informe de la PNP, la joven empresaria se encuentra en buen estado de salud. Su actual pareja confirmó que Salazar presenta moretones y lesiones en diversas partes del cuerpo.