Ventiladores, compresoras y otros equipos médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se encuentran inoperativos desde hace meses, ocultos en los baños y vestidores del hospital.
Una investigación ha puesto al descubierto una realidad inaceptable en el Hospital Nacional Arzobispo Loayza, uno de los centros médicos más importantes de Lima Metropolitana. Esta situación, que ha sido calificada como «escandalosa» por diversos sectores, ha generado gran indignación entre la población, especialmente entre los familiares de pacientes que han visto cómo sus seres queridos no reciben la atención médica que requieren debido a la falta de camas UCI.
La investigación reveló que más de una decena de estos equipos se encuentran en pésimas condiciones, almacenados en áreas inadecuadas y sin ningún tipo de mantenimiento. Pese a la existencia de estos equipos inutilizados, el hospital ha estado operando con una capacidad reducida de camas UCI, lo que ha generado un déficit que ha puesto en riesgo la vida de numerosos pacientes.
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Las autoridades del Hospital Arzobispo Loayza han reconocido la existencia de los equipos inoperativos y han atribuido la situación a la falta de un plan de mantenimiento adecuado y a problemas de gestión. Sin embargo, estas explicaciones no han convencido a muchos, quienes exigen que se tomen medidas urgentes para solucionar este problema y garantizar la atención médica adecuada a los pacientes que la necesitan.
La Dra. Mónica Meza, presidenta de la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva, ha advertido que la situación actual podría colapsar ante una emergencia sanitaria, como un desastre natural o un rebrote de la pandemia de COVID-19.
«En cualquier momento tenemos una emergencia o un desastre y vamos a tener aún mayor demanda, por lo que esos equipos (los inoperativos) tienen que estar funcionando al 100%», señaló la especialista.
