El IV Foro La Toja Vínculo Atlántico premia al pueblo ucranio, el Gobierno reafirma su apoyo y Borrell avisa a Rusia: “Tendrán que pagar la reconstrucción”
El rey Felipe VI volvió a recuperar este jueves su lema de que “todos somos parte” de la solución a la invasión de Rusia en Ucrania, en la inauguración del IV Foro La Toja Vínculo Atlántico dedicado en la primera jornada a las diferentes crisis provocadas por esa guerra, y quiso introducir ahí una alusión al múltiple impacto económico de ese conflicto.
En ese contexto, el monarca abogó ante representantes políticos del clásico bipartidismo español y de las grandes empresas del Ibex 35 por una política económica que tenga en cuenta esa situación: “La nueva política monetaria de los bancos centrales, más restrictiva, debe acompasarse con la atención al crecimiento económico y a la evolución del mercado de trabajo”.
La primera jornada del foro se concentró en reflexionar sobre Ucrania, se le concedió un premio al pueblo ucranio, los ministros de Exteriores de Ucrania y de España ensalzaron sus mutuas labores y el alto representante exterior de la UE, el español Josep Borrell, lanzó un mensaje de aviso de futuro para el invasor ruso sobre la reconstrucción del país atacado: “El que contamina paga y el que destruye paga y Rusia tendrá que pagar por ello”.
El ministro ucranio intervino por videoconferencia y así agradeció la ayuda prestada hasta ahora por España, retrató las intenciones y amenazas de Vladímir Putin para meter miedo a Europa y apostó por reforzar la respuesta unitaria para vencerle y acabar con la sensación de impunidad con la que ha actuado hasta ahora.
Albares relató todas las medidas y actuaciones emprendidas por España, en el seno de la UE y de la OTAN, para frenar a Rusia y apuntó a que ese liderazgo será aún mayor dentro de nueve meses cuando se asuma la presidencia rotatoria de Europa. El ministro ucranio pidió acelerar el proceso de integración de su país a la UE y Albares admitió que no se le puede exigir a Ucrania lo mismo que otro candidato en un escenario de normalidad y no de guerra.