Pequeña tenía enorme neoplasia que ocupaba el 40% de su hígado
En una oportuna y compleja cirugía, especialistas del hospital Alberto Sabogal de EsSalud salvaron la vida de una menor de seis años al extirparle un enorme tumor maligno que ocupaba el 40% de su pequeño hígado, el cual estaba afectando su salud desde hace algunos meses.
Casos como el de Cristel, una pequeña diagnosticada con hepatoblastoma, un tumor pediátrico maligno en el hígado, son raros y su extirpación es considerada una cirugía de alta complejidad en el mundo.
“Operar a un niño es muy difícil desde el punto de vista técnico, resolutivo y logístico, pero felizmente tenemos profesionales con alta capacitación en el país para poder intervenirlos”, señaló el doctor Alexander Lázaro Chumbe, jefe del servicio de Cirugía Oncológica del Hospital Nacional Alberto Sabogal.
El especialista explicó que la paciente llegó con 20 kilos de peso y con una gran masa tumoral en el hígado que le producía dolores agudos en el abdomen, la cual ponía en riesgo su vida si no se extirpaba pronto.
Tras la evaluación de una junta médica con oncólogos pediatras, gastroenterólogos y cirujanos oncólogos, se decidió realizar la cirugía que duró aproximadamente cuatro horas y culminó de manera exitosa.
La intervención que se le practicó fue una hepatectomía, extirpación del tumor del hígado. El tumor abarcaba tres segmentos hepáticos, aproximadamente el 40% del hígado y media más de 12 centímetros, bastante voluminoso para un hígado pequeño como es el de una niña de seis años, explicó el galeno.
El doctor Lázaro señaló con satisfacción que la paciente fue dada de alta después de una semana de hospitalización y actualmente goza de buena salud. Recibe quimioterapia como tratamiento complementario y nutricional. Posteriormente, se le hará seguimiento y tendrá un chequeo anual durante 5 o 6 años aproximadamente.
Por su parte, el padre de Cristel, Ronald Chávez Ruiz, dijo que su esposa y él pasaron días de angustia al ver a su niña que perdía el apetito, tenía náuseas, y su piel y ojos se tornaban amarillentos, además del dolor intenso en el abdomen. Por ello, está muy agradecido con todo el personal del hospital Sabogal por la atención recibida.
“Sabíamos que la operación era difícil, pero confiamos en Dios y en la mano y talento de los médicos de EsSalud a quienes tanto agradezco ahora que veo a mi hija recuperándose”, expresó con emoción.