Pequeños forman parte de 6000 pacientes que esperan un milagro de vida
“Una parte de ti, es vida para mí”, es la frase que acompaña esta emotiva exposición fotográfica que viene realizando el Seguro Social de Salud (EsSalud) con el objetivo de que más personas conozcan las historias de aquellos niños y niñas que necesitan un órgano para poder vivir y así cumplir sus sueños.
La muestra, ubicada en la Estación Central del Metropolitano, durará dos semanas y es una realidad gracias a la coordinación entre EsSalud y la Autoridad Autónoma del Transporte Urbano (ATU). Aquí, más personas podrán conocer las historias y los rostros de cada niño o niña, algunos de los que quieren convertirse en médicos, bomberos o simplemente anhelan volver al colegio, a jugar e ir playa.
“Ellos son el ejemplo de que niños con enfermedades renales, hepáticas, esperan el milagro de la donación. Necesitamos conocer que si somos donantes podemos salvar la vida de muchas personas, incluyendo la de estos niños que tienen sueños como todos”, dijo la Dra. Mary Díaz, gerenta de Procura y Trasplante en EsSalud.
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EsSalud realiza el 85 % de trasplantes en el país y, en lo que va del 2023, ha realizado 23 operativos, logrando trasplantar más de 135 órganos y tejidos, devolviendo la esperanza de vida a muchas familias. Ese mismo final anhela la pequeña Romina, quien necesita un trasplante de hígado para cumplir su sueño de ser diseñadora de modas.
“Yo le digo a Rominita que debe mantenerse positiva pensando en que pronto va a ser trasplantada y que se prepare porque va a convertirse en una gran diseñadora y me tiene que invitar a su primer desfile, así como ya está invitada a mi próximo desfile”, dijo Yirko Sivirich, el famoso diseñador de modas que llegó hasta la exposición fotográfica para conocer a Romina.
La campaña de EsSalud también involucra otras acciones a favor de los niños y para la concientización de las personas. Así, un grupo de ellos llegó hasta la Compañía de Bomberos de Jesús María 202 para convertirse en “Héroes de rojo” por un día. El más emocionado fue Cesitar.
Él tiene 12 años y pasa gran parte de sus días en el hospital debido a una compleja insuficiencia renal en estadio 3 que lo obliga a someterse a un tratamiento, siendo imposible acudir al colegio, jugar, correr, vivir como cualquier otro niño. Está a la espera que llegue su donante de riñón y con él la esperanza de convertirse en bombero.