La tensión en la región se incrementa ya que China considera que Taiwán amenaza regularmente con recurrir a la fuerza para tomar la isla.
Estados Unidos anunció la venta a Taiwán de 135 misiles de defensa capaces de alcanzar China. Por ello, el gobierno chino advirtió que esa venta puede dañar las relaciones con Washington y aumentar las tensiones en la región.
Además, Washington decidió vender a Taiwán lanzacohetes tácticos por 436 millones de dólares y equipos de imagen para el reconocimiento aéreo por 367 millones. Llevando el total de los contratos aprobadas a 1.800 millones de dólares.
La venta de los 135 misiles «sirve a los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos ayudando [a Taiwán] a modernizar sus fuerzas armadas y conservar una capacidad de defensa creíble», indicó el Departamento de Estado. Por consiguiente, China instó a Washington a anular la venta «para evitar mayores perjuicios a las relaciones» bilaterales «así como a la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán».
Incluso, el ministerio taiwanés de Defensa señaló por su lado que el armamento ayudará a Taiwán a «construir capacidad creíble de combate». Encima Washington rompió relaciones diplomáticas con Taipéi en 1979 para reconocer a Pekín, pero sigue siendo el aliado más poderoso de la isla y su principal proveedor de armas.
Por último, China acentuó sus presiones militares y diplomáticas sobre Taiwán. Desde la elección de la presidenta Tsai Ing-wen, que rechazó la visión de Pekín según la cual la isla es parte de una «sola China».