Funcionarios del gobierno aseguran que las electrolineras “ayudarán a la descarbonización de la economía”.
El gobierno de Joe Biden puso en marcha su plan de instalar 500,000 cargadores para autos electrónicos a lo largo del territorio de Estados Unidos. El objetivo de esta medida es incentivar la compra de autos electrónicas. La lógica debajo del plan es que, si los ciudadanos ven estos puestos de electrolineras, posiblemente opten por comprar uno.
Actualmente, en Estados Unidos solo hay 100,000 puntos de carga para los vehículos electrónicos. La situación ideal es que haya una electrolinera cada 50 millas. Ese objetivo puede parecer ambicioso, pero cobra otro matiz si tomamos en cuenta que, en el caso de las gasolineras, en Estados Unidos se puede encontrar una 1.5 millas.
De acuerdo con una encuesta publicada en Forbes, un 22.9 por ciento de los estadounidenses está dispuesto a comprar un auto electrónico, mientras que un 44.9 por ciento prefiere seguir con sus vehículos con motor de combustión interna.
Uno de los motivos por que algunos estadounidense no tienen entre sus planes adquirir un auto electrónico es que consideran que instalar un cargador es costoso o que no hay suficientes espacios públicos dónde recargarlos.
Con el plan que está impulsando el gobierno de Estados Unidos se busca revertir esta situación y darle incentivos a los estadounidenses para que se compren un carro electrónico.
Por otro lado, funcionarios de la Casa Blanca aseguran que las electrolineras “creará empleos bien remunerados que ayudarán al desarrollo de la clase media”. Asimismo, la instalación de estos cargadores se “ayudará a la descarbonización de la economía.”
