El Burnley dio la gran sorpresa de la jornada de Premier tumbando al Liverpool. El equipo de Klopp encadenó su cuarto encuentro consecutivo sin marcar.
En la previa del partido, el técnico del Liverpool conformó su ataque con Oxlade-Chamberlain (Firmino; M.57), Origi (Salah, M.57) y Sadio Mané. Además, Jürgen Klopp formó su mediocampo con Shaqiri, Thiago y Wijnaldum. En cambio, el entrenador del Burnley decidió atacar con McNeill, Wood y Barnes.
En la primera parte, el Liverpool salió con ganas de poner fin a su racha negativa de cara a portería. Sin embargo, los ‘clarets’ los que tuvieron la más clara del partido. Luego, Origi tuvo la mejor oportunidad, una contraataque desde el centro del campo acabó con un disparo en el travesaño. Fue la única que no alcanzó el portero Pope, que a partir de entonces dejaría una actuación memorable.
En la segunda parte, Bobby Firmino salió en el 57′ y vino el asedio, que resolvió el meta del Burnley. Las paró de todos los colores el internacional inglés. A Robertson, Mané, Salah, Robertson y Shaqiri en total. Los ‘reds’ acabaron el partido con un total de 27 disparos. En el otro lado, el arquero Alisson también se lucía con una mano que salvó a su equipo.
Por último, el árbitro Erik Pieters no vaciló al señalar penalti por una caída de Ashley Barnes, que se desmayó cuando vio que Alisson se abalanzaba a por el balón. Por consiguiente, Barnes no falló desde los once metros y dejó una herida en Anfield. Así son las cosas, el Liverpool se queda cuarto a seis puntos del líder Manchester United.