Nueve fábricas ubicadas frente al Asentamiento Humano Mi Perú, en Lima, emanan diariamente gases tóxicos que son absorbidos por los niños del lugar.
Infantes del Asentamiento Humano Mi Perú ubicado en el distrito de Ventanilla; viven en un constante envenenamiento de plomo, llegando a tener tres veces más de lo permitido, con cerca de doscientos microgramos en la sangre.
Familias enteras se encuentras encerradas en sus hogares, reprimiendo así la niñez de aquellos pequeños que viven bajo el constante olor a ‘lata quemada’ emitida por las distintas productoras de carbonato de cobre, fundición d baterías, detergentes, entre otras fábricas ubicadas en el lugar.
Los menores de edad muestran dolores de cabeza, dolor de piernas y brazos, ardor de ojos y heridas en la piel como consecuencia de estos gases.
“Desde las nueve de la noche hasta las cuatro o cinco de la mañana se hace difícil la respiración para todos aquí.” Anunció el dirigente del Asentamiento Humano Mi Perú.
La falta de presupuesto para hacer descarte dificulta a la población para un tratamiento temprano, el cual no es llevado a cabo correctamente, ya que este depende del nivel de envenenamiento de plomo que se tenga en el organismo. Sin embargo, en este caso se les brinda solo vitaminas.
Hasta el momento no tienen una respuesta al problema, a los pobladores se les pide retirarse del lugar sin tener en cuenta que no tienen los recursos necesarios para hacerlos, ya que es un sector de bajos recursos.