La pensión por consumo establecida en la reforma de pensiones impulsada por el Congreso de la República podría trasladar alrededor de S/1.830 millones de recursos antes públicos hacia las AFP, pese a que la propia normativa establece una apertura del mercado previsional hacia bancos, cajas municipales y otras empresas del sistema financiero.
Es decir, esta propuesta a punto de otorgar un camuflado salvataje a las AFPs con dinero de todos los peruanos. Ello, debido a que miles de afiliados retiraron fondos de sus jubilaciones.
La ‘Ley de Modernización del Sistema Previsional Peruano’ aprobada en segunda instancia para 34 millones de peruanos con tan solo 38 votos –19 de ellos del fujimorismo– incluye una pensión por consumo que destina el 1% del valor de las compras de los afiliados a una cuenta individual gestionada por una AFP o similar, pero en ningún caso al lado público, hoy en manos de la ONP.
Un informe ventilado durante el debate de la reforma previsional en la Comisión de Economía señala que, a partir de la información de los RUC activos con la distribución de hogares y conociendo lo que genera cada persona de aporte de 1% por consumo al año, encontramos que los administradores privados van a poner disponer de casi S/1.800 millones al año, además de S/30 millones por comisión.
Según datos oficiales de la Sunat, existen 9,6 millones de trabajadores independientes como Contribuyentes inscritos Activos. Solo el 1% de ellos (96.000) pertenece al nivel socioeconómico (NSE) A, y si los multiplicamos por los S/412 que cada individuo de este estrato aportaría anualmente a su fondo según su nivel de gasto promedio, tenemos que los administradores privados del sistema pasarían a manejar S/39 millones 552.000 derivados de sus compras cada año, según el informe. Los S/1.836 millones se completan con los importes derivados de los NSE B (S/356 millones), NSE C (S/696 millones), NSE D (S/409 millones) y NSE E (S/336 millones).
El problema, según el economista Eduardo Recoba, es que ninguno de los nuevos actores del mercado previsional, a excepción de las propias AFP, está en condiciones de asumir inmediatamente los fondos, y tampoco existe claridad sobre la reglamentación que se los permita.
“Las únicas beneficiadas con la maniobra son cuatro AFP, tres de ellas atadas a bancos. Habrá que esperar lo que diga SBS para conocer la operatividad y plazos para las nuevas compañías, sin experiencia”, señala el economista.