Los investigadores noruegos hicieron un llamado a notificar a las autoridades en caso de hallar morsas fallecidas en la región
Según los investigadores del Instituto Polar Noruego, una morsa descubierta sin vida el verano pasado en el archipiélago ártico de Svalbard (Noruega) murió a causa de la gripe aviar, siendo este el primer caso registrado de esta especie.
Christian Lydersen, un científico del Instituto Polar Noruego, informó al periódico «Svalbardposten» que «es muy probable que la infección provenga de un ave marina«. Estas declaraciones se dieron luego de que el laboratorio alemán entregara los resultados de las pruebas realizadas al cadáver.
Los expertos noruegos no excluyen la posibilidad de que la gripe aviar pueda transmitirse a los humanos a través del contagio con morsas muertas. Por ello, hicieron un llamado para que se informe a las autoridades en caso de encontrar ejemplares fallecidos en la zona.
«El contagio se produce a través de gotas o del contacto próximo«, indicó Lydersen a ese medio.
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La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que el riesgo sanitario global por la gripe aviar se mantiene en un nivel «bajo«, a pesar del descubrimiento del virus H5N1 en ganado vacuno y en la leche de estos animales. Este virus, responsable de la gripe aviar, sigue teniendo una tasa de letalidad en humanos que supera el 50%.
Desde 2020, se ha observado un incremento sin precedentes en las muertes de aves causadas por el virus H5N1, debido a la propagación del virus a través de aves migratorias por África, Asia y Europa. Además, se han registrado diversos brotes en mamíferos, incluyendo especies domésticas como vacas, cabras, perros o gatos.
Durante este mes se registró un incidente de gripe aviar H5N1 en un empleado de una granja en Texas, en el sur de Estados Unidos, lo que constituye el primer caso documentado de transmisión de la enfermedad de vacas a humanos.
Los signos de la enfermedad suelen aparecer entre dos y ocho días después de la exposición al virus y pueden presentarse de manera similar a un resfriado común. Los síntomas incluyen tos, fiebre, dolor de garganta, dolor de cabeza, dolores musculares y dificultad para respirar. Algunos medicamentos antivirales pueden ser efectivos si se administran dentro de las primeras 48 horas después de la aparición de los síntomas.