Su paso por la selección como DT ha marcado un hito en la historia peruana y es por eso que deja una huella imborrable en nuestra nación.
El fútbol peruano está de luto con la triste noticia del fallecimiento de Moisés Barack, reconocido director técnico y exintegrante de la Selección Peruana. A sus 80 años, dejó un legado invaluable en el deporte nacional, con una carrera exitosa tanto en Perú como en Bolivia.
Nacido el 26 de diciembre de 1943 en Pisco, Moisés Barack inició su carrera futbolística como jugador en el equipo Juventud Gloria en 1959, para luego pasar a Centro Iqueño. Su habilidad como marcador de punta no pasó desapercibida, y en 1964 fue contratado por Universitario de Deportes, donde se mantuvo durante tres temporadas y logró ganar el título.
Sin embargo, fue como entrenador donde Barack dejó una huella imborrable. Comenzó su carrera como director técnico en 1973, con el equipo Deportivo Sima, y su último equipo fue el Sport Huancayo, al que dirigió en 2013. Durante su trayectoria, se consagró campeón con Unión Huaral en 1976, demostrando su capacidad para liderar y motivar a sus jugadores.
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Uno de los momentos más destacados de su carrera fue cuando tomó las riendas de la selección peruana entre 1984 y 1985, durante el proceso de eliminatorias para el Mundial de México 1986. Su experiencia y conocimiento del juego fueron fundamentales para guiar al equipo en ese importante desafío.
Pero la influencia de Moisés Barack no se limitó solo a Perú, ya que también dejó su marca en Bolivia. Dirigió a dos de los equipos más populares del país, Bolívar y The Strongest, logrando ganar el título con ambos clubes. Además, tuvo la oportunidad de dirigir a otros equipos bolivianos como Oriente Petrolero, Destroyers y Jorge Wilstermann, dejando un legado valioso en el fútbol boliviano.
La partida de Moisés Barack deja un vacío en el mundo del fútbol peruano y boliviano. Su pasión por el deporte, su dedicación y su conocimiento táctico lo convirtieron en una figura respetada y admirada por jugadores y aficionados por igual. Su legado perdurará en la memoria de todos aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo y trabajar con él.
En estos momentos de dolor, enviamos nuestras condolencias a la familia y seres queridos de Moisés Barack. Su contribución al fútbol peruano y boliviano nunca será olvidada, y su espíritu competitivo y su amor por el juego seguirán inspirando a las futuras generaciones de jugadores y entrenadores. Descansa en paz, Moisés Barack.