“El Principito” se llevó un trofeo el día que cumplía 100 partidos con la selección francesa. La pareja de delanteros remontó el gol de Oyarzabal y destrozó el buen partido del equipo español
En la previa del partido, el técnico de Francia conformó su ataque con “El Principito” Griezmann (Veretout, 91′), Benzema y Mbappé. Asimismo, Deschamps formó su mediocampo con Hernández, Tchouameni y Pogba. En cambio, el entrenador de España decidió atacar con Ferran Torres (Merino, 84′), Oyarzabal y Sarabia.
En la primera parte, España no se arrugó y Gavi, en especial, estuvo contundente para cortar los avances franceses. Pese a todo, Karim Benzema encontró un espacio para plantarse solo ante Unai Simón, pero se escoró mucho en su regate al portero y Azpilicueta despejó el pase atrás. Ademas, las diabluras del joven del Barcelona eran la principal esperanza en el límite del área. Su desparpajo le llevó a irse incluso de Pogba y generar serios aprietos.
En la segunda parte, Mbappé y Benzema combinaron rápida y Theo, en el remate fina, lanzó al larguero. Después, Oyarzabal ganó la posición a Upamecano y marcó de un tiro cruzado. Un golazo y una alegría, sin embargo, efímera. Casi en la acción siguiente, Benzema se inventó un lanzamiento de rosca a la escuadra y puso de nuevo las tablas.
Por último, el partido se convirtió entonces en un ida y vuelta que, visto el arsenal de cada uno. Por ello, Francia despertó con el gol en contra y sobre todo Kylian Mbappé. La bestia despertó y amagó con dos acciones antes de que a la tercera, muy al límite del fuera de juego, encarara a Unai Simón y lo batiera por bajo. Fue la puntilla, demasiado castigo ya en el 82′ para que España pudiera ponerse de nuevo en pie. Ni siquiera los remates in extremis de Oyarzabal y Pino tuvieron premio.