Actor afirma que el arte toca las fibras del espíritu
Desde sus primeros pasos en el escenario a los 15 años hasta convertirse en actor, director y gestor cultural, Fernando Luque ha forjado una carrera apasionante en el mundo del teatro peruano. En esta entrevista, nos sumergimos en sus experiencias, reflexiones y proyectos, descubriendo el viaje que lo llevó a dedicarse a la actuación y dirigir la reconocida obra «La cantante calva». La obra se presentará hasta el 22 de octubre, entradas a la venta en Joinnus y La Vaca Multicolor.
¿Hace cuánto descubriste que querías dedicarte a la actuación?
A los 15 años ya estaba haciendo teatro, no estaba del todo seguro, pero ya estaba bastante inclinado hacia lo que hago. Lo encontraba muy divertido, muy bonito y desde entonces no he parado de actuar.
¿Cuál fue tu primera experiencia actoral y cómo influyó eso en tu carrera?
En el colegio, en segundo de media, hicimos una obra en juegos florales del dramaturgo César de María. Me impactó porque sentí que podía expresar una serie de cosas, estar en un nivel de intensidad y de plenitud que la vida cotidiana no me ofrecía. Cuando se encuentra en el escenario esa libertad no hay otra cosa más que un deseo de volver a sentirlo. Entonces vuelves a hacer teatro porque te gusta eso que te da el escenario, lo que te da el ponerse la máscara del personaje.
Ahora diriges “La cantante calva”, cuéntanos más sobre la obra y el proceso de elección del elenco
El elenco está conformado por egresados del Taffel (Taller de formación actoral de Fernando Luque), todos tuvieron un proceso de formación de 2 años mínimo y lo hacen fantástico. “La cantante calva” es un clásico y se conoce como teatro del absurdo, la obra intenta hacerte ver cómo mucha gente vive en un estado automático. En el que tratan de darle sentido a una vida caótica y sin ningún sentido.
¿Cómo es que nace “La Vaca Multicolor”?
Nace el 2020, dos semanas antes de que empiece la pandemia, con el fin de construir un lugar para pasarla lo mejor posible mientras estamos vivos, en el sentido de que es un lugar para hacer arte. Considero que el arte es simplemente un placer de ver y hacer, pero que también toca las fibras del espíritu y nos permite entender mejor la vida. Al fin y al cabo, el arte estimula el alma, llena de vigor y eso es lo que tratamos de construir en la Vaca.
¿Qué prefieres actuar o dirigir?
No me gustaría tener que renunciar a una. Me encanta actuar, pero también me gusta mucho dirigir, sobre todo porque todavía no lo he hecho tanto. Ahora estoy empezando a dirigir y con el taller de alguna manera voy aprendiendo. Ahora tengo un montón de ideas de qué podría hacer como director y no quisiera perderlas de vista, pero no quisiera elegir entre ambas. Las dos están buenísimas.
¿A qué se debió tu retiro de la actuación en la televisión?
No puedo hacer televisión, tener una asociación cultural y actuar en teatro al mismo tiempo, es demasiado trabajo. Tuve que decidir así que le di prioridad al teatro y a la Vaca. Pero en el momento en el que pueda ser compatible quizás regrese, también me gustaría hacer cine. La televisión demanda tiempo y el proyecto de la Vaca multicolor así que solo me tocó elegir.
¿Cómo seleccionas los proyectos en los que vas a participar?
Últimamente me ofrecen personajes buenos en obras que me fascinan. Curiosamente siempre están en relación con algo que pasa en mi vida, ahí hay una dinámica un tanto mágica porque los personajes de alguna manera dialogan con preguntas o reflexiones que me hago y de pronto ese papel aparece como caído del cielo, para terminar de encontrar respuestas a nivel personal. Creo que es síntoma de que es mi vocación porque verdaderamente me siento muy a gusto y en el lugar correcto. A veces hay proyectos que no me tocan, pero que están bien pagados y los hago como cualquier persona que tiene un oficio.
¿Qué le dirías al Fernando que recién comienza en el mundo del teatro?
Que se relaje y que la viva. Tengo la suerte de no ser de los que se arrepiente mucho de lo que hace, estoy contento con lo que tengo, con lo que hice y con cómo lo hice. Evidentemente cometí errores, pero aprendí de ellos.
¿Cuál consideras que ha sido el momento más destacado de tu carrera hasta ahora?
Hay de verdad un montón de momentos en mi carrera que los he encontrado como puntos maravillosos que tienen que ver además con personajes que me han marcado más, por ejemplo, Arthur Rimbaud. Hamlet, Segismundo. Y ahorita Yago que estoy haciendo en “Otelo”. Son cuatro personajes que siento, que tienen una profundidad y ya han determinado mi manera de ver las cosas.
¿Cómo ves el teatro en el Perú?
El teatro está asociado al Perú en general, y el país está fatal. Entonces el teatro peruano inevitablemente, tendrá repercusiones negativas por una inestabilidad política.
¿Qué sientes al actuar?
Actúo hace 15 años, hasta cierto punto se vuelve un trabajo y en tanto se vuelve trabajo, hay momentos aburridos también. Pero lo que nunca he perdido, es el entusiasmo por el estreno y la libertad que sentí cuando tenía 14 para darle rienda suelta a las emociones, esa es la razón por la que sigo actuando. Cuando uno se pone la máscara del personaje y entra a esta convención teatral, el público permite ponerme en otro nivel, en un estado anímico que obviamente no me va a permitir si lo hago en un parque.
¿Cuáles son tus futuros proyectos?
Ahorita estamos con “La cantante calva” hasta el 22 de octubre en la Vaca multicolor, ahí estoy como director y en Otelo estoy como actor en el Teatro Municipal de Lima. En noviembre estrenamos la obra «El Goce Shakespeariano» en la Vaca.