Los testimonios y conductas en prisión podrían modificar la sentencia de cadena perpetua de los hermanos Lyle y Erik Menéndez.
La Fiscalía de Los Ángeles ha solicitado reabrir el controvertido caso de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, condenados en 1996 a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez. La petición surge tras la aparición de nuevas pruebas que sugieren un historial de abusos sexuales que habrían sufrido los hermanos a manos de su padre, un factor que podría haber sido determinante en el desarrollo de los trágicos acontecimientos.
La solicitud, presentada por el fiscal de distrito George Gascón, propone una revisión de la sentencia con la posibilidad de incluir libertad condicional. “Después de analizar todos los argumentos, consideramos que se justifica una reevaluación de la condena”, declaró Gascón en una conferencia de prensa en Los Ángeles el pasado 24 de octubre. El fiscal señaló que ambos hermanos han mostrado un notable compromiso con la rehabilitación a lo largo de sus 34 años en prisión, contribuyendo de forma activa en la ayuda a otros reclusos. “A pesar de saber que no serían liberados, han optado por un camino de redención”, destacó Gascón.
Uno de los elementos más significativos que impulsa esta revisión es la aparición de nuevas pruebas no consideradas en los juicios originales. Entre ellas se incluye una carta escrita por Erik Menéndez, en la que relata abusos sufridos de parte de su padre. Además, el testimonio de Roy Rosselló, exintegrante del grupo Menudo, revelado en un documental reciente, describe cómo José Menéndez lo drogó y agredió sexualmente en los años 80. Este material ha reforzado la percepción de que el abuso fue un factor central en los crímenes de los hermanos, atrayendo el apoyo de su propia familia y generando un impacto mediático.
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La reaparición del caso Menéndez en el foco público también ha generado opiniones divididas en la familia. Mientras algunos familiares, como Joan Andersen VanderMolen, defienden que los crímenes fueron una reacción a años de abusos, otros, como Milton Andersen, hermano de Kitty, insisten en que la condena debe mantenerse sin cambios, alegando que los asesinatos fueron motivados por intereses económicos.
El próximo 26 de noviembre se celebrará una audiencia judicial para determinar si la sentencia debe incluir la posibilidad de libertad condicional. Si la corte acepta esta recomendación, los hermanos Menéndez podrían enfrentar una pena que les permita solicitar su salida bajo ciertas condiciones en un futuro próximo, una posibilidad que reaviva el debate sobre la justicia y la rehabilitación en casos de este tipo.
