Tras el fallecimiento de Rosa Benavides en el restaurante Panchita, en Miraflores, y de Felipe O’Neill, quien se suicidó luego de dispararle a ella en el interior de dicho establecimiento, la Fiscalía determinó que la muerte de Benavides no fue un feminicidio, sino un homicidio culposo, léase manipulación negligente de un arma por parte de O´Neil.
«Habiéndose determinado que la única relación que existía entre los occisos era laboral como compañeros de trabajo; se advierte de las diligencias desarrolladas a la fecha, que los hechos configurarían un delito de acción culposa», informa la fiscal Luz Palacios, quien está a cargo de las indagaciones de dicho crimen sucedido en Miraflores.
Asimismo, señaló que esta conclusión del Ministerio Público se sustenta con las imágenes de las cámaras de seguridad del restaurante, además de las declaraciones de los testigos, quienes estuvieron en el lugar de los hechos y presenciaron el delito. Entre las personas que informaron sobre lo sucedido a las autoridades, están los compañeros de trabajo y los padres de la víctima.
Por su parte, María Miranda Benavides, jefa de Niubiz, empresa en donde trabajaban ambos ciudadanos fallecidos, informó a la Fiscalía que Benavides y O’Neill no mantenían una relación sentimental ni había un conflicto entre ellos por la labor que ejercían en dicha compañía.