El fiscal Joel Robles Román afirma que tampoco hay heridas por arma de fuego, lo que descartaría la posibilidad de un asesinato
La muerte del defensor ambiental kakataibo Benjamín Flores Ríos está en plena investigación. Según el fiscal Joel Robles Román, el cuerpo del líder indígena no presenta signos de violencia ni lesiones por arma de fuego. Flores Ríos fue encontrado sin vida en su vivienda ubicada en la comunidad nativa Mariscal Cáceres, en la provincia de Padre Abad, región Ucayali.
El fiscal informó que el exagente municipal tenía espuma en la boca, lo que hace presumir que podría haber fallecido por la mordedura de una serpiente, descartando la posibilidad de un asesinato.
No obstante, se espera los resultados de la necropsia de ley realizada en la ciudad de Pucallpa para confirmar la causa de su muerte. La Defensoría del Pueblo también comunicó este hecho anteriormente.
A través de la red X (antes Twitter), la institución escribió: «Constatamos que la fiscalía, médico legista, comisaría de Padre Abad-Aguaytía, Policía Nacional acudieron a comunidad nativa Mariscal Cáceres, provincia de Padre Abad, para realizar el levantamiento del cadáver de defensor ambiental kakataibo Benjamín Flores Ríos”.
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Tras conocer la muerte del defensor ambiental, la Organización Regional Aidesep Ucayali (ORAU) y la Federación Nativa de Comunidades Kakataibos (Fenacoka) denunciaron anoche que Benjamín Flores Ríos había sido cruelmente asesinado.
A través de un comunicado, ambas organizaciones señalaron que las autoridades de la comunidad nativa Mariscal Cáceres les informaron sobre el trágico suceso, ocurrido en la víspera alrededor de las 22:00 horas, mientras el defensor ambiental descansaba en su vivienda.
“Desde ORAU y Fenacoka expresamos nuestra más profundas condolencias a los familiares, la comunidad y el pueblo kakataibo por el cobarde y cruel asesinato y pérdida irreparable de su líder Benjamín Flores Ríos, quien venía luchando por el cuidado del territorio de su comunidad, para que no ingresaran los invasores», se lee en el documento.
Las organizaciones ORAU y Fenacoka solicitaron la implementación de una verdadera protección para la vida de los defensores ambientales amenazados en sus propios territorios indígenas.
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