Por encabezar la presunta red criminal ‘Los Wachiturros de Tumán’
Se le viene la noche al presidente de la Federación Peruana de Fútbol, Edwin Oviedo. Ayer, la Fiscalía Provincial Especializada contra la Criminalidad Organizada en Chiclayo solicitó 24 meses de prisión preventiva para el directivo, sindicado como cabecilla de la presunta red criminal ‘Los Wachiturros de Tumán’.
El magistrado Juan Carrasco fue el encargado de reiterar el pedido, pero está vez por dos años, contra el empresario, a quien se le acusa del supuesto delito de homicidio calificado en agravio de los exdirigentes de la azucarera Tuman, Percy Farrto Witte y Manuel Rimarachín Cascos.
Carrasco explicó a un medio local que esta medida es necesaria para “asegurar el normal desarrollo y resultado de los procesos penales”, ya que también existe un inminente “peligro de fuga” de parte de Oviedo debido a sus presuntas conexiones con la red criminal ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’. Esta mafia involucra a jueces empresarios y ex miembros del Consejo Nacional de la Magistratura que a cambio de dinero y otros regalos favorecían a terceros en sus expedientes judiciales.
Asimismo, fuentes de la Fiscalía indicaron que Rocío Sánchez, quien investiga a ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’, llegó a la conclusión que el mandamás de la FPF fue miembro de dicha organización criminal, donde se desempeñaba como financista y operador.
La hipótesis que maneja Sánchez es que Oviedo pagó pasajes, viáticos y entradas a varios magistrados para ver a la selección peruana en el Mundial Rusia 2018 y así evadir el caso de ‘Los Wachiturros de Tumán’. Fue así que se dio a conocer que el directivo entregó 5 mil dólares al exjuez César Hinostroza para su estadía en Rusia y así pase por alto la investigación.
Ante este pedido por parte de la fiscalía, el abogado de Oviedo, José Isla, se comunicó telefónicamente con Canal N y señaló que se trata de “un pedido infundado. Esperaremos la audiencia”, contó el letrado, quien además resaltó que “no existe peligro de fuga” por parte de su cliente, ya que tiene “arraigo laboral”.