La llegada de la primavera en Perú se anuncia con el colorido ritual de regalar flores amarillas.
Con el inicio de la primavera a la vuelta de la esquina, los peruanos se preparan para dar la bienvenida a la nueva estación, incluso cuando el clima frío parece decidido a quedarse. Abraham Levy, conocido meteorólogo local, ha advertido que las bajas temperaturas persistirán hasta octubre, por lo que los abrigos seguirán siendo imprescindibles. Sin embargo, esto no detiene el entusiasmo por una tradición que ya ha comenzado a teñir los mercados del país de un vibrante amarillo: la costumbre de regalar flores de este color el 21 de septiembre.
El ritual del 21 de Setiembre: flores que simbolizan renacimiento
Cada año, un día antes del inicio oficial de la primavera, los peruanos intercambian flores amarillas como un símbolo de renovación y buenos deseos. Este gesto, que se ha consolidado como una práctica socialmente aceptada, se ha convertido en una muestra de afecto entre amigos, familiares y parejas. Las calles, especialmente los mercados de flores como los de Santa Rosa en el Rímac o Piedra Liza, se llenan de personas en busca del ramo perfecto de girasoles, rosas o crisantemos para regalar.
El color amarillo, tradicionalmente asociado con la prosperidad y la energía, se ha convertido en el protagonista de esta fecha, siendo las flores de este tono las más demandadas. Comerciantes y vendedores se preparan desde tempranas horas, conscientes de que el 21 de septiembre es uno de los días más fructíferos para sus negocios.
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Un origen que cruza fronteras
La costumbre de regalar flores amarillas no es exclusivamente peruana. En Argentina, cada 21 de septiembre se celebra el Día de la Primavera, una festividad que también incluye este gesto simbólico. Curiosamente, la serie juvenil argentina Floricienta ha jugado un papel crucial en popularizar esta tradición en otros países. En la trama, la protagonista sueña con recibir flores amarillas, y esa ilusión se ha trasladado a la realidad, especialmente gracias a plataformas como TikTok, donde usuarios de todo el mundo recrean la escena en videos virales.
Más que un gesto: un mensaje de esperanza
Aunque la primavera puede tardar en llegar con todo su esplendor, las flores amarillas ya están aquí para recordarnos que los tiempos mejores están a la vuelta de la esquina. En medio del gris y del frío, este sencillo acto de regalar flores se ha transformado en un símbolo de optimismo, una pequeña luz de color en el paisaje invernal.
