El presidente de Perú Nación y del Consejo por la Paz, advierte también al presidente Martín Vizcarra que cometido un error en crear la Comisión de Reforma del Poder Judicial
En una entrevista con LA RAZÓN, el presidente del Perú Nación y del Consejo por la Paz, Francisco Diez Canseco Távara habla sobre la necesidad de erradicar a la corrupción, enraizada en lo más profundo del Poder Judicial y del Ministerio Público de nuestro país, por lo que sugiere se tome en cuenta su propuesta para la creación del Consejo Nacional de la Moral Pública.
¿Qué reflexión le trae estos audios que han desnudado la corrupción que hay en el sistema de justicia del país?
Es el reflejo emblemático de una situación que se viene arrastrando desde hace muchos años tanto en el Poder Judicial (PJ) como en la Fiscalía , donde todos sabemos que hay una enorme cantidad de jueces y fiscales corruptos.
A lo largo de estos años, solo ha habido la justicia de los poderosos, de los que tienen dinero, de los que tienen acceso al poder político, de los que tienen el poder mediático, pero no del ciudadano de a pie, que se ha encontrado todos estos años desprotegido y en manos de estos mafiosos.
¿Está de acuerdo las reformas planteadas para cambiar el sistema de justicia?
No es un problema de reformar el aparato judicial del país. Si se sigue dejando a la misma gente que hay adentro del sistema jurídico, no va pasar absolutamente nada.
La propuesta de mi partido (Perú Nación) y que obra en un proyecto de ley congelado por el fujimorismo en el Congreso de la República, es la creación del Consejo Nacional de la Moral Pública el cual estaría organizado y dirigido por tres personas de trayectoria intachable designadas por mecanismos participativos de la sociedad civil, no por el Congreso o el Poder Ejecutivo, y cuya misión sería trabajar en la limpieza del PJ y del Ministerio Público (MP) y las otras entidades del Estado.
¿Cómo se daría esta limpieza?
Se crearía en el interior de cada institución de Estado, Tribunales de Honor que se encargarían de investigar, identificar y de botar a los corruptos. Y es que mientras no se realice esta limpieza, cualquier reforma que se haga es un saludo a la bandera.
Tenemos que hacer una limpieza total, lo que he planteado es incendiar la pradera, el país no da para más con esta situación, es una cosa desastrosa y vergonzosa, lo que en realidad estamos viendo es la superficie de algo realmente grave, de un sistema corrupto que viene ya de varios años y que no va a cambiar, a pesar de que saquen a (Iván) Noguera, (César) Hinostroza y (Guido) Aguila; mientras se mantengan las personas con trabajan con ellos, todo va seguir igual.
¿Qué opina sobre la Comisión de Reforma del Poder Judicial, creado por el presidente Martín Vizcarra?
Es un grave error, porque ha repetido de alguna u otra forma lo que cosméticamente realizó Pedro Pablo Kuczynski (PPK) quien creó la Comisión de Integridad Presidencial, integrada en otros por varios caviares que también ahora conforman la comisión de Vizcarra, y que no hicieron absolutamente nada. Esta nueva comisión no va hacer nada en los 12 días que tienen para presentar propuestas de reformas, ya que varios de ellos representan a intereses creados por los caviares y no van a querer atentar contra estos. Además, como comentaba anteriormente, teniendo a la misma gente adentro del sistema de justicia, va ser simplemente la repetición de lo mismo.
¿Qué le parece la detención del expresidente de la Corte Superior de Justicia del Callao Walter Ríos?
Me parece bien, se está dando el ejemplo. Lo que me preocupa son los antecedentes: cayeron los líderes del llamado Club de la Construcción y salieron después; cayeron Humala y Nadine Heredia, y también salieron; (Alejandro) Toledo se sigue paseando y tomando whisky etiqueta azul, y no pasa nada; PPK está en su casa participando en cocteles y eventos sociales, se pasea como Pedro en su casa y no pasa nada. Y por qué sucede esto, porque el Poder Judicial está corrupto y la Fiscalía también.
¿Y cuál es el papel que debe de tener el Congreso ante esta crisis?
Este Congreso es un Congreso de otorongos. Es imposible que encontramos ahí una vocación real de limpiar el escenario, cuando sabemos que están defendiendo intereses creados. Por ejemplo, hay una comisión Lava Jato que está integrado por representantes de partidos políticos que están cuestionados por sus vinculaciones con Odebrecht y sus actos de corrupción.